23 años pasaron desde una de las tragedias más frescas en la memoria de los sancarleños.
Aquella tarde del 20 de octubre de 1997, un estruendo sorprendió a los vecinos de Las Nubes en Colón y San Vicente de Ciudad Quesada.
En ese momento, una avioneta Cessna U206 matricula YN-BVP se desplomó en la montaña sancarleña. En el corazón del Volcán Platanar.
Algunas páginas en Facebook son las que recuerdan la tragedia. Poca gente en ambas comunidades recuerdan de forma fresca el hecho, muchos no habitaban la zona a ese momento.
Según la historia, se trató de un grupo de turistas suecos que estaban en Nicaragua y que perdieron un vuelo a Cuba.
Contrataron el servicio privado, a cargo del piloto nicaragüense Efrain Buitrago, desde el Aeropuerto Augusto Sandino en Managua Nicaragua a las 11:55 am con destino el Aeropuerto Juan Santamaria para tomar el vuelo perdido.
Las víctimas fueron identificadas como Stig Sundström, Louis Alberto Fourcade, Efraín Buitrago Balladares (piloto) y Göran, Lena Dahlin y Anna Margarethe Söderlund.
Los 6 perdieron la vida.
Según una publicación del periódico La Nación, "la aeronave quedó prácticamente desintegrada, pues explotó cuando chocó contra la montaña. La identificación de los tripulantes fue, ya que los cadáveres quedaron calcinados, solo dos no sufrieron quemaduras".
Para ese entonces, aviación civil aseguró que el percance aéreo ocurrió porque el piloto Buitrago viajaba a poca altura. "Si hubiese ido 50 metros más alto no hubieran chocado", manifestaron La Nación.
Al parecer, la avioneta era dirigida solo por la visión directa del piloto y -en algún momento- la neblina habría imposibilitado la visibilidad de la zona.
23 años después, los restos de la aeronave están en la montaña sancarleña. Decenas de montañista que acostumbran subir al volcán, captan en fotografías las latas retorcidas que recuerdan la vida de esas 6 personas que, no llegaron a su destino.