Cada año, el hospital San Carlos registra, en promedio, 4.500 partos y el 30% de ellos son de madres migrantes.
Es decir, de los 4.500 partos 1.350 son de madres migrantes, principalmente nicaragüenses y sin documentos.
El tema va más allá de la estadística. La complejidad para los médicos y el centro hospitalario es que desconocen el estado en el que llegan las madres y en el que pueden nacer los bebés.
La gran duda del personal médico antes de la atención es si esa paciente llevó control prenatal o no.
"Pasa lo que sucedió un día y es que se atiende el parto, todo perfecto el bebé nació pura vida y cuando la vemos pujando otra vez y es que venía otro atrás", contó Édgar Carrillo, director del hospital San Carlos.
Todo esto se convierte en un riesgo para la madre y el recién nacido además de la situación a la que quedan expuestos los profesionales que les atienden ante un caso de emergencia.
Carrillo dio a conocer la información ante los regidores del Concejo Municipal de San Carlos como parte de una solicitud de ayuda para presionar por más plazas para personal de enfermería.
Y es que este tema fue uno de los que utilizó para demostrar la urgencia demás profesionales ante situaciones como las descritas pues son estos profesionales los que deben atender los casos post parto.
