Mientras la gran mayoría de los papás celebraron el día del padre con sus familiares este pasado domingo, en el Hogar de Ancianos San Vicente de Paul en Ciudad Quesada, 48 adultos mayores debieron esperar hasta este lunes.
Sin embargo, la espera valió la pena. El solar del centro fue el sitio donde los 75 adultos internos celebraron con un delicioso arroz con pollo, frijoles y ensalada rusa, más una serenata y un presente para cada papá.
Y es que, lo triste de esta historia radica en que, este domingo solo 3 de los 48 papás recibieron la visita de sus hijos. Es decir pasaron un día especial en el olvido de sus propias familias.
Uno de los que recibió visita fue don Tomás Sáenz.
"Mi hija vino pero la pasé mas o menos, por que ella solo se quedó un ratito pero por dicha hoy estoy acá con los compañeros en este lugar tan fresquito", contó.
En otra mesa y a la espera de su almuerzo estaba don Porfirio Barrantes, junto a un grupo de compañeros, a diferencia de don Tomás, a él nadie llegó a visitarlo este día del padre.
"Mis hijos viven en Grecia y pues vienen poco y no vinieron a verme pero yo feliz de poder celebrar hoy con los compañeros de acá y feliz de tener salud para seguir trabajando en la huerta de acá y encargarme de las siembras", relató.
Los abuelos la pasaron muy bien entre los suyos, sí esos con los que conviven a diario y con los chineos del personal de Hogar de Ancianos.