4 meses desde que inició la pandemia y la preocupación de la maestra de la escuela en Crucitas de Cutris no es si sus 9 estudiantes hicieron bien las tareas o los trabajos, es si comieron o no.
Esta, es la realidad de María del Carmen Salvatierra, maestra de este centro unidocente ubicado en la franja fronteriza y en donde convergen todo tipo de problemáticas sociales.
75 mil estudiantes de la Zona Norte reciben, mes a mes, una ración de alimentos por parte del MEP, en sustitución del servicio de comedor que recibían en los centros educativos pero, 9, solo 9 niños de esta comunidad no tienen ni idea de qué es eso.
Este centro educativo implementa la modalidad de compra de alimentos preparados para atender a su población pese a que tiene un área de comedor dispuesta. Sin embargo, en octubre del año anterior, nadie de la comunidad quiso ofrecer más este servicio por lo que los niños quedaron sin alimentación.
Desde febrero de este año, la directora inició con la solicitud de una cocinera de forma urgente por que los estudiantes no recibían alimentación. La situación empeoró cuando llegó la pandemia, los niños se fueron a casa y no tienen qué comer.
"Solo uno sabe las necesidades que esas personas tienen, llegan papás a decirme "niña no tenemos qué comer" y eso me abruma mucho. No es culpa de los papás o de los estudiantes que nadie haya aplicado a la licitación para vender comida y que por eso tengan que quedarse sin el servicio", contó Salvatierra.
Desde febrero, las solicitudes y oficios con la petición, van y vienen a las autoridades correspondientes en el MEP, lo que no hay es una respuesta y menos solución.
Los 9 estudiantes de la escuela Las Crucitas claman por ayuda y por los alimentos a los que debería tener derecho, igual que la demás población.
"Mi escuela no tiene código para alimentos, se lo quitaron. No hay presupuesto para alimentos en mi escuela y se lo quitaron por no haber nadie que quisiera vender los alimentos pero no es culpa de mis estudiantes y eso es una injusticia y si usted ve, la escuela de Crucitas aparece con cero colones de presupuesto para esto", añadió la docente.
La última solicitud formal de ayuda la hizo la directora Salvatierra una semana antes de las vacaciones de medio año, directamente a la Ministra Guisell Cruz pero tampoco hubo respuesta.
De la situación además tiene conocimiento la supervisión regional, la Municipalidad de San Carlos y hasta los diputados de la Zona Norte.
"He buscado por todos lados, que mis alumnos no solo tengan trabajos escolares, sino que ellos estén bien, de salud", finalizó la maestra.
Mientras la situación económica apremia a toda la comunidad que vive en gran parte, de ofrecer servicios a quienes practican minería ilegal, pues la pandemia también llegó a la mina. Ya ni los padres de esos 9 estudiantes, tienen de dónde tomar para comprar los alimentos.
SCD consultó al MEP por este caso y las inacciones ante las constantes solicitudes por parte de la directora de la escuela y estamos a la espera de la respuesta.