A sus 36 años y luego de un retiro forzado, el delantero sancarleño Álvaro Saborío, respira un nuevo aire.
Es el aire puro de su pueblo, ese en el que disfruta, en el que no hay silbidos, ofensas ni presiones. Donde es un ídolo.
Saborío llegó a San Carlos a jugar en segunda división, ascendió y hoy disputa una nueva final, pero con un sabor distinto.
"Estoy feliz de ver mi pueblo feliz y estoy encantado de asumir este reto, desde que llegue a segunda estoy muy agradecido con toda la afición, pero con la llegada de Luis Carlos esto cambio para todos", dijo.
Así, feliz en paz y comodidad, el reconocido mundialista es una de las piezas claves del equipo. Esa combinación de experiencia con ansias de campeón, lo llevan a ser el referente norteño.
Sin duda, jugar acá fue de sus mejores decisiones.
"Si como lo dije en otros programas, está una de las mejores decisiones que hice en mi carrera deportiva, porque es mi pueblo, el equipo que vi cuando era niño y me iluminaba ver a los jugadores en primera y amo ser sancarleño", expresó.
Amar ser sancarleño lo lleva a cumplir un sueño. Suyo y de todos: ¡Ser campeón!
"Sí sí, es mi sueño ser campeón con este equipo, ver las calles, las familias, los niños, los abuelos celebrando un campeonato con San Carlos. Tenemos 54 años de historia que un campeonato ahora sería algo demasiado especial y sí yo soy partícipe de eso imagínese la alegría que me puede me puede brindar que yo haya logrado o que hayamos logrado ese título como grupo y como institución", mencionó.
El primer partido de la semifinal se juega el próximo sábado a las 8 de la noche en Heredia.
