El sector ecologista presentó una intención de tasar las exportaciones de piña. Según ellos, esta sería una solución a los problemas financieros del Estado Costarricense.
"En el caso de que el Estado aplicara un impuesto a los piñeros, el Ministerio de Hacienda obtendría USD$162.590.000 al año. Lo equivalente a ¢91.000 millones, más de un 10% de hueco fiscal que arrastra Costa Rica. Pero además superaría los ingresos que obtendría el Estado de ponerle IVA a la Canasta Básica. El impuesto a la exportación de piña generaría 1,5 veces más que gravar la caja de leche, el pan, los frijoles, el arroz, etc", señalan miembros de FECON.
En el documento agregan que desde el sector ecologista propone que Costa Rica sea ejemplo en esto para que cada persona pague impuestos según la cantidad de riqueza que tiene y que contribuya en materia fiscal cuando su actividad conlleva riesgos al ambiente, la salud pública y la infraestructura de las comunidades vecinas de las plantaciones.
"En esta caso las empresas piñeras contaminantes siguen impunes mientras el Estado cubre sus impactos con dinero público. Se sabe que el costo de las fuentes contaminadas con Bromacil es cargado al impuesto de Acueductos y Alcantarillados. Un ejemplo de esto es que en semanas anteriores se inauguró el nuevo acueducto de Milano de Siquirres con un costo de ¢374.480 millones de los cuales las empresas piñeras no colaboraron en absolutamente nada", denunciaron.
Un impuesto a la exportación de piña no resuelve la crisis ambiental en la que esta el país, pero si será un paso en la dirección correcta en materia de justicia ambiental y fiscal.