Oficialmente la temporada de huracanes inicia el 1 de junio y se extiende hasta el 30 de noviembre, no obstante, hay un pequeño porcentaje de ciclones (menos del 5%) que se presentan fuera de temporada, por ejemplo, en este 2023 la primera tormenta se registró bastante antes: a mediados de enero en pleno océano Atlántico.
En esta cuenca una temporada normal consta de 14 ciclones, distribuidos en 7 tormentas tropicales y 7 huracanes, de los cuales 3 se convierten en huracanes intensos (categoría 3, 4 o 5 en la escala de intensidad). El pronóstico para la temporada 2023 se mantiene en 12 ciclones (5 tormentas y 7 huracanes), que es un monto menor al promedio.
A modo de comparación con temporadas bajo los efectos del fenómeno del Niño, los ciclones -específicamente en el Caribe suroccidental, que con regularidad ocasionan efectos directos e indirectos sobre Costa Rica- suelen ser de baja actividad, es decir, con menos ciclones que lo normal, por ejemplo, en un análisis desde el año 2000: no hubo ciclones en esa región en el 2019, 2015, 2004 y 2002; solamente se registró uno en el 2009 (Ida).
Adicionalmente, según pronósticos de densidad ciclónica del Centro Climático Europeo, en general la cuenca del mar Caribe tendría este año una menor amenaza de ciclones comparado con el golfo de México y el mismo océano Atlántico. Por lo tanto, en este 2023, el país muestra una baja probabilidad de afectación de ciclones tropicales.
Relativo a la temporada de ciclones del océano Pacífico, la misma comenzó el 15 de mayo y se extenderá también hasta el 30 de noviembre.
A la fecha no se ha formado ningún ciclón en esta cuenca.
De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional de México, el pronóstico de toda la temporada va en concordancia con el efecto típico del Niño, es decir, sería una temporada más activa que lo normal.
El pronóstico es de 19 ciclones (con una incertidumbre de 16 a 22), el promedio histórico es de 15 ciclones (7 tormentas tropicales y 8 huracanes).
Por lo general, el país no se ha visto afectado por ciclones del Pacífico, mucho menos cuando hay un fenómeno del Niño, pues si bien estos suelen ser más frecuentes e intensos, pero se forman más lejos de las costas.
