Aún con leucemia, las sonrisas no faltan en la consulta de esta doctora en Pocosol

“Soy paciente, soy trabajadora, soy esposa, soy compañera y soy mamá. Estar cerca de las personas que me necesitan y hacer lo que amo se convierten en la mejor medicina que puedo recibir todos los días".

Hace un año, María Fernández Argüello recibió la noticia de que empezaba una lucha contra la leucemia promielocítica.

Ella, es médico en el área de salud de Santa Rosa de Pocosol y tuvo que empezar a llevar su tratamiento de quimioterapia en el hospital México, mismo que aún recibe.

Ahora combina su trabajo como médico con la realidad de una paciente que también recibe ayuda médica.

“Es un orgullo, es mi vocación y es mi decisión servir a los pacientes y mientras pueda hacerlo no desistiré”, dijo.

María tiene 43 años de edad nació en Naranjo pero salió a nuestro cantón para su servicio social y ahora Pocosol es su segundo pueblo.

Ahí es donde, a pesar de cargar con una enfermedad tan desgastante, las sonrisas se mantienen durante las citas con sus pacientes.

“Solo me incapacité dos meses porque era estrictamente necesario y porque el proceso fue bastante fuerte, pero cuando pude volver al trabajo lo hice alegre, sonriente y con muchas, muchas ganas de servir a mi gente. Disfruto atender a los pacientes, ayudarlos, orientarlos y ahora que estamos en pandemia aprovecho cada oportunidad para hablar sobre la importancia de activar el escudo de protección personal contra la covid-19” contó.

Ese esfuerzo y ese valor es la fuerza para muchos de sus compañeros en la clínica quienes reconocen la calidad profesional de María y más que eso, su vocación.

“Es de los primeros trabajadores que llega y una de los últimos en salir. Llega con mascarilla, careta, guantes y una bata anti fluidos que puede someterse a la Autoclave, es decir a un equipo de altas temperaturas para su desinfección” destacó Randall Chavarría, director del área de salud de Santa Rosa.

Ahora ella, usa su condición para mandar un mensaje a aquellas personas que como ella, lidian con algo fuerte pero con mucho valor.

“Quiero decirles a todas las personas que atraviesan momentos de angustia, dolor e incertidumbre que no desistan de los tratamientos y que no dejen de ser positivos porque en los momentos más críticos es cuando se demuestra la capacidad y fortaleza de los verdaderos guerreros, porque las personas que sufrimos cáncer somos valientes, fuertes y salimos delante de los enfrentamientos de la vida”, concluyó.

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