Las cataratas son un padecimiento normal, parte del envejecimiento de las personas. El diagnóstico sale cuando un lente natural que tiene el ojo empieza a opacificarse. En primera instancia toma color amarillento y luego empieza a oscurecerse.
El padecimiento es tan común que, durante 2018 en el Hospital San Carlos diagnosticaron a 4761 personas con este mal. A julio de este año, el diagnóstico le llegó a 2376 sancarleños.
Los especialistas las eliminan con un sencillo procedimiento médico que hacen de forma ambulatoria. Durante el año anterior, en el Hospital San Carlos operaron a 1767 pacientes, y en el primer semestre de 2019 a 1241 personas.
"Las manifestaciones son más que visuales, exactamente que ver menos a ver como empañado, como borroso. La gente piensa que el lente está sucio y muchas veces antes de que se diagnostique la catarata per sé, la gente va a una óptica y se hace unos anteojos y los anteojos le quedan mal, van a otra óptica y así pensando que van a encontrar un anteojo con el que van a ver bien y todo lo contrario, cada vez van a ver peor", explicó Édgar Arce, especialista optómetra.
Los síntomas más comunes son:
- Visión opaca, borrosa o tenue
- Mayor dificultad para ver de noche
- Sensibilidad a la luz y el resplandor
- Necesidad de luz más brillante para leer y realizar otras actividades
- Visión de «halos» alrededor de las luces
- Cambios frecuentes en la prescripción de sus anteojos o lentes de contacto.
- Pérdida de colores o color amarillento
- Visión doble en un solo ojo
Algunas recomendaciones para prevenir el padecimiento:
- Realizarse exámenes de la vista de forma regular
- Evitar el fumado o dejar de fumar
- Usar lentes para sol
- Disminuir el consumo de alcohol
- Dieta saludable.
Para eliminarlas, los pacientes deben someterse al procedimiento médico. El especialista Arce explicó que la cirugía "consiste en hacer una pequeña incisión en esa parte del ojo, remover el lente natural que se llama el cristalino y ahí insertar un lente artificial que va a compensar el aumento necesario. Son procedimientos muy seguros y que requiere de reposo pero a las dos semanas la persona puede regresar a su vida cotidiana".