Este 1 de marzo, los fieles católicos celebran el miércoles ceniza, día que da inicia a la Cuaresma, tiempo de preparación para la fiesta de la Pascua que dura cuarenta días.
Pero como los domingos están excluidos de este periodo de penitencia, la entrada en Cuaresma se avanza al miércoles precedente al primer domingo.
Ese día está marcado por una celebración en la que el sacerdote traza una cruz sobre cada fiel con ceniza, diciéndole: “Conviértete y cree en el Evangelio”. Las cenizas proceden de los ramos del año anterior, quemados para la ocasión. Esta costumbre es una antigua práctica penitencial que se remonta al pueblo judío.
La Cuaresma es un periodo de penitencia, de ayuno, pero se trata sobre todo de privarse de lo superfluo para dedicarse más profundamente a los demás por la limosna y a Dios por la oración. El sentido de esta práctica es recordar el retiro que Jesús realizó al desierto para rezar y meditar durante 40 días.
La misa principal para celebrar este acto, será a las 10 de la mañana, en la Catedral de Ciudad Quesada.