La advertencia, salió de forma directa, de la administración del cementerio municipal de San Carlos.
El uso de bolsas plásticas para inhumar cadáveres por covid-19 podría disminuir la vida útil del cementerio o limitar sus espacios en un tiempo determinado.
En setiembre del año anterior, la administración del cementerio emitió un informe sobre la situación y en el que, hacen ver que que el uso de doble bolsa plástica para estos cuerpos, terminará con afectar no solo el medio ambiente si no también, el espacio en todos los cementerios del país.
El lineamiento del Ministerio de Salud para este tema, establece que esos cuerpos deben ir en doble bolsa.
«Un cuerpo en una bolsa no sufre la descomposición normal, ya sea en fosa o
nicho; debemos de recordar que según nuestra legislación nacional, un cuerpo se puede exhumar pasados 5 años de su fallecimiento, siendo la misma una exhumación ordinaria, trasladando los restos óseos a un osario y con este procedimiento poder habilitar un espacio para otra persona fallecida, procedimientos que son rutinarios en los cementerio nacionales», cita el informe.
Estudios científicos, revelan que una bolsa plástica puede tardar hasta 400 años en degradarse. Un cuerpo, dentro de una bolsa no desarrolla su proceso de descomposición normal.
«En bolsa, el cuerpo empieza a botar líquido y ese líquido no tiene salida y cuando los panteoneros llegan a exhumar, lo que encuentran en mucho fluido y eso no se puede sacar, no se puede tocar, no hay una descomposición sencillamente eso lo tenemos muy claro, que no inicia la descomposición y entonces de ahí la preocupación mía», comentó Esteban Valenciano, administrador del cementerio municipal.
Y es que incluso, esta disposición del Ministerio de Salud, contradice que lo que establece el Reglamento General de Cementerios en su artículo 30:
«Queda prohibida la inhumación de más de un cadáver en el mismo ataúd, salvo si se tratare de madre, recién nacido, o criatura abortiva, muertos durante el parto o con una diferencia de fallecimiento hasta de 24 horas. También es prohibida la inhumación en féretros de metal u otro material de difícil y lenta descomposición»
«Hoy estamos usando bolsas que tardarán hasta 500 años en degradarse entonces hay una violación al reglamento y uno está anuente porque sabemos que estamos ante una situación particular pero, si ya la OMS dictó las pautas a seguir para el manejo de los cuerpos, ¿Por qué no se está tomando en cuenta?», acotó Valenciano.
Desde el inicio de la emergencia, la Organización Mundial de la Salud, emitió un manual para el manejo de cadáveres con Covid-19. En setiembre del año anterior, hubo una actualización y una de las recomendaciones es justo:
«No utilizar bolsas para cadáveres, salvo que su uso esté recomendado por la práctica mortuoria habitual:
– cuando hay una pérdida excesiva de líquidos
– para procedimientos posteriores a la autopsia
– para facilitar el transporte y almacenamiento de cadáveres fuera de la zona mortuoria
– para la gestión de un gran número de cadáveres (6, 7, 11)
– cuando esté indicado el uso de una bolsa para cadáveres, hay que utilizar bolsas sólidas, impermeables, no biodegradables, o meter el cadáver en dos bolsas si la bolsa disponible es delgada y puede tener fugas».
Respuesta
Dicho informe, lo tomó la vicealcaldesa de San Carlos Karol Salas y lo dirigió hasta la Presidencia de la República con el fin de que, tomaran cartas en el asunto en beneficio de todos los cementerios del país.
El oficio, lo trasladó hasta la Vicepresidenta Epsy Campbell quien a su vez, lo refirió al Ministerio de Salud.
De ahí, la respuesta no fue para nada satisfactoria para las autoridades municipales. Un oficio que envió Priscilla Herrera, Directora Nacional de Salud a la vicealcaldesa Salas, así lo demostró.
«La utilización de bolsas plásticas en el embalaje de cadáveres con causa de muerte
por CVID-19 y así asentado en el acta de defunción, no afecta los plazos de
descomposición de los cuerpos y como consecuencia, tampoco la exhumación que
se realiza en los cementerios a los cinco años de sepultado el cadáver, porque la
descomposición se hace naturalmente a pesar de que el cuerpo esté embutido en
este contenedor plástico.
Por lo tanto, la inquietud manifestada por el Lic. Valenciano no se le considera que
sustente la petición de eliminar este procedimiento, contrario a eso, consideramos
que si bien no se ajusta estrictamente a las disposiciones de la Organización
Mundial de la Salud en materia de manejo de cadáveres por causa de muerte
COVID-19, el Ministerio de Salud lo sustenta en un manejo expedito y sanitario de
los cadáveres, dentro de una situación de escalada geométrica en todas las tasas de
medición de la pandemia, que desde ya se evidencia en la lectura diaria de estos
indicadores», cita.
El documento aclara que, las recomendaciones de la OMS no son vinculantes para los países miembros que, tienen la potestad de tomar medidas más estrictas en caso de ser necesario.
«De manera inmediata le dijimos a doña Epsy que no nos parece esa respuesta, porque es un tema preocupante, esa inquietud ya la remitimos pero podríamos remitirla nuevamente ante el aumento de fallecimientos y entendiendo que esto va para un plazo mayor. Esto no es solo pensar solo en el cementerio municipal, es pensar en todos los cementerios del país», dijo Salas a SCD.
La funcionaria manifestó que estarían por reenviar la inquietud antes las autoridades pertinentes pues el tema les preocupa aún.
Realidad
Don Mauricio Montoya tiene 4 años de trabajar como panteonero en el cementerio municipal pero, suma 25 años en esa función en otros campo santos.
Justo la semana anterior, tuvo que exhumar, por espacio, un cuerpo de una persona que falleció hace 7 años en un accidente de tránsito y por como lo entregó el OIJ, estaba en una bolsa plástica.
«Empezamos a sacar tierra y nos llegaba un mal olor, hasta pensamos que nos habíamos equivocado pero, con algunas señas de la familia supimos que si era él pero, el panteonero de aquél entonces no le hizo hueco a la bolsa y puedo decirle que ese cuerpo estaba entero, no pudimos sacarlo», contó a este medio.
Contó también que, la semana anterior tuvo que sacar un cuerpo también de una joven con más de 28 años de fallecida, dentro de una bolsa y que apenas, el procedimiento les dio justo porque esa bolsa, si tenía salida para líquidos.
Esta, es la preocupación de estas autoridades locales pues, los espacios pueden empezar a reducirse.
«Nosotros lo que estamos haciendo es hacer las fosas más profundas. Normalmente son de 1.80 metros y las estamos haciendo de 2.35 metros para que, en caso de que la familia ocupe otros espacio poder, abrirles ahí mismo. También, cuando son nichos les pedimos que usen el de abajo, el que está bajo tierra», agregó Montoya.
Solo la semana anterior, hubo 5 inhumaciones de cadáveres con Covid-19. Esta cifra va en aumento al paso de la semanas confirmó el panteonero.
Con esto además, deben aplicar todo un protocolo para que el proceso, sea lo más expedito posible.