La unión de las comunidades fronterizas de San Carlos genera un nueva presión. Esta vez, sugieren que en el Plan Vial Estratégico Cantonal que hace la Municipalidad de San Carlos, puedan incluir sus necesidades.
Para ello, lo que piden al ayuntamiento es que haga el diagnóstico de rutas cantonales que no tienen numeración, cuántos kilómetros están en tierra, la cantidad de pasos de agua pendiente de realizar, y un inventario de la cantidad de puentes en tucas que existen en Cutris, Pocosol y Pital.
La propuesta es el plan "Cero Caminos de Tierra" pero para lograrlo, lo primero que deben saber es de que tamaño es el problema. Problema que mes a mes, año a año deben denunciar a la Unidad Técnica de Gestión Vial pero, nunca obtienen respuesta.
"Los caminos son el inicio de todo el resto de desarrollo que pueda venir, tanto eléctrico como infocomunicaciones, seguridad y no es un secreto que estas comunidades tienen gran cantidad de kilómetros en tierra y lo primero que hay que saber es de cuánto estamos hablando", explicó Juan Pablo Rodríguez, secretario de Comunidades Fronterizas del Norte.
La propuesta no es nueva, en ocasiones anteriores la hicieron a la Unidad Técnica pero siempre, sin poder desarrollarla o avanzarla.
Los pobladores lo que quieren es aprovechar el plan quinquenal que desarrolla el ayuntamiento sancarleño y que, incluyan ahí todo el trabajo que como organización fronteriza, ya tienen desde hace muchos años.
"Lo que ha faltado es planificación y la idea es que si por ejemplo el diagnóstico da que son mil kilómetros en tierra pues que en un año se intervengan 100. el otro año otros 100 y así, pero planificar a futuro por que sabemos que esto no lo resuelve un solo gobierno y ya se viene en año y medio un cambio de alcaldía", añadió Rodríguez.
En este momento, los caminos están intransitables. Pese a los llamados constantes y solicitudes de ayuda, la Municipalidad no logra responder a tiempo.
Lo más frustrante para los vecinos es que, pasan las estaciones secas y no ven llegar maquinaria a sus comunidades. Ahí empieza el temor de una época lluviosa llena de barro y en la que, algo tan simple para muchos como movilizarse, es todo una odisea para ellos.
