Una semana después y aún nadie, en algunas comunidades fronterizas, sabe por qué les suspendieron el servicio de agua potable por medio de camiones cisterna en plena emergencia sanitaria.
SCD denunció la semana anterior, que de la noche a la mañana, el servicio dejó de operar y vecinos de Coopevega y sitios aledaños quedaron sin suministro.
Pero, la situación empeoró pues, en media pandemia, 2.800 personas adscritas al Ebáis de El Concho de Pocosol quedaron sin atención médica por esta misma causa.
Durante este martes, miércoles y el próximo jueves, el centro médico está cerrado por esta causa. Desde hace dos semanas el líquido dejó de llegar y el personal médico hizo, "de tripas, chorizo" para mantener la atención, algo que sostuvieron hasta la tarde del lunes 10 de agosto.
"Nos quitaron el suministro pero nadie tiene ninguna documentación oficial, intentamos pues contactarnos con el AyA solo nos decían que había problemas con el presupuesto y por eso no podían seguir dándonos el agua", contó Fernanda Valerio, médico del Ebáis.
Este lunes, cerca de 100 personas que estaban a la espera de atención tuvieron que devolverse sin respuesta debido a esta situación.
"Por obra y gracia del Espíritu Santo, el agua alcanzó varios días y el viernes ya una parte de la consulta se trabajó sin agua y el lunes se tuvo que suspender la consulta lo que es lamentable por que ahí, para que los pacientes lleguen les cobran un disparate de plata por que, no es que viven a 5 minutos del Ebáis", añadió la doctora.
Autoridades médicas de Pocosol, lograron, gracias al apoyo de un empresario privado de la comunidad, que a partir del viernes tengan de nuevo, suministro de agua potable para reabrir los servicios médicos.
Y es que, el AyA tenía apenas un mes de asistir a este Ebáis, pues antes dependían de un pozo artesanal bastante inestable y con poco líquido.
"A veces llegaba, a veces no, un día estaba haciendo un papanicolau y en medio procedimiento quedé sin agua, imagínese", recordó Valerio.
Denuncia sin respuesta
Vecinos de Coopevega aún están a la espera de una respuesta por parte del AyA sobre las razones por las que suspendieron el servicio de abastecimiento de agua potable por medio de cisternas.
De manera informal, conocen de un recorte presupuestario por parte de la entidad que derivó en el recorte del suminstro indispensable para toda actividad, máxime en medio de una pandemia.
Suman ya 10 días sin servicio, solo con acceso al líquido que sale de un pozo, igual bastante inestable.
"Si no nos morimos de covid, nos vamos a morir por falta de agua, contar con ese servicio del camión cisterna era de sobrevivencia, más en este tiempo de la pandemia, pero ha sido muy trágico, aquí hay comercios que dependen del agua y es muy difícil. Estos días atrás solo nos llega el agua del pozo 2 veces al día, en la mañana y luego en la noche. Apenas alcanza para lo básico que es cocinar, para tomar y el aseo", explicó Ana Pérez, vecina de Coopevega.
SCD suma 7 días a la espera de respuestas por parte del AyA tras hacer las consultas respectivas por medio del asistente de la Presidencia Ejecutiva.
Pese a los múltiples correos, mensajes y llamadas aún no hay respuesta sobre las razones por las qué estas comunidades sufren esta situación y para cuándo, podrían haber una solución.
Seguiremos insistentes porque, mientras en San José callan, en las comunidades más vulnerables del cantón, los vecinos lidian una guerra sin armas, lidian contra el covid-19, sin agua.
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