"En mi caso como comerciante hemos tenido problemas porque hay que estar recogiendo mucha basura que dejan a su paso o cuando pasan las noches (papeles, cartones, bolsas, desechos de comidas etc), así como estar lavando aceras por los malos olores"
Este, es el día a día de Joaquín Hernández y sus colaboradores en Sedeco, Ciudad Quesada.
Lavar aceras, recoger basura y recurrir hasta métodos de barrera para evitar que las personas en condición de calle invadan su establecimiento.
Las aceras que van desde la esquina de Sedeco hasta la Veterinaria La Yunta frente a Palí, se convirtieron en la casa de decenas de personas sin hogar que, incluso encuentran en los corredores de los locales comerciales en esa vía, el techo perfecto para pasar sus noches.
Pero, son espacios que no solo usan para dormir o consumir alcohol en algunos casos. Esos mismos corredores de locales comerciales se convierten en sus servicios sanitarios donde hace todo tipo de necesidades fisiológicas, mismas que cada mañana deben limpiar los dueños de las propiedades, para poder abrir sus puertas.
"Es cosa de todos los días armarnos con escobas , mangueras , desinfectante para lavar nuestros lugares de trabajo. En momentos en qué las autoridades nos piden incrementar las medidas de higiene, no puede ser posible que nadie asuma las responsabilidad de un tema tan importante", señaló Ennio Madrigal, propietario de la tienda Rasta Shop.
Cada día, al cerrar las puertas de los comercios, se abre el espacio para que estas personas se reúnan e invadan propiedad privada y ya los comerciantes no saben qué hacer por que hablarles puede detonar la violencia como ocurrió ya en algunos casos según cuentan.
El temor más grande es que, luego de sobrevivir a la crisis e insistir en mantener sus fuentes de trabajo, esta situación les complique más la parte económica y no solo por los malos olores que tratan de disimular día a día.
"Son escándalos en la noche, a las mujeres les dicen cosas, yo tengo que estar sacándolos del negocio. Si uno se descuida hasta lo pueden asaltar a uno. Hace un tiempo iba con la hija mía y uno le dijo cosas a ella, ya esto es un problema", contó William Torres
La problemática empieza a salirse de control para estos vecinos quienes ya no saben dónde acudir por ayuda, debido a que es una población volátil y, lamentablemente en aumento principalmente en las últimas semanas.
Datos locales
Al menos en Ciudad Quesada no hay una entidad que tenga registros de la cantidad de personas en esta condición pero, a simple vista, la cantidad no es la misma de hace tres meses.
La única forma que, SCD encontró para comprobar que esta población crece en el distrito es por medio de Pastoral Social de la Iglesia Católica, que mediante su proyecto Casa de la Misericordia les atiende con apoyo espiritual, ropa y alimentos, dos días cada semana.
En tres meses, de marzo a junio, durante la pandemia, el sitio sí registró aumento de esta población
"Usualmente, llegaban de 10 a 18 personas los dos días de la semana (martes y viernes). En medio de la pandemia, llegamos a tener hasta 28 personas en los días de atención", indicó Álvaro Villegas Álvarez, Vicario Episcopal para la Pastoral Social
Este centro, cerró el 2 de junio como medida sanitaria y apenas analiza la posibilidad de reapertura por lo que, no hay posibilidad de tener datos actualizados.
Los afectados por la problemática sí saben que, antes de la pandemia esto no ocurría y más les preocupa la gravedad que toma día a día.
"No puede ser posible que nadie asuma las responsabilidad de un tema tan importante , ya nuestra ciudad no es la misma , el peligro es permanente , ya que algunos de estos indigentes ,con la complicidad de las calles, están cometiendo delitos para poder seguir consumiendo alcohol y drogas", cuestionó Madrigal.
Y es que, pese a llamados constantes el problema continua y pese a intervenciones policiales, el problema sigue.
"No hay un protocolo, no hay delitos, cuando llegamos nada más podemos sacarlos de los lugares y que se vayan", explicó Miguel Carvajal, jefe de la policía de Ciudad Quesada.
Mientras, los comerciantes claman por ayuda urgente y lo antes posible. por que resulta que no es una problemática exclusiva de esta calle en particular.
"Este problema de los indigentes con la llegada de la pandemia ha aumentado mucho en CQ, es un tema que genera tristeza y preocupación el ver personas en esos estados. Están llegando personas de otros lugares con lo cual es común ver ahora grupos de indigentes por varios sectores de la ciudad", agregó Hernández.
¿Soluciones?
"Nadie hace nada, parece que son una población intocable", afirmó Torres.
Y es que esto se convirtió en un problema social más pero para el que no hay un protocolo establecido y menos centros para atenderlos.
Si bien en algunas partes del cantón existen albergues para alcohólicos, una vez ingresados estas personas salen con facilidad y regresan a la calle.
Es por esto que, desde una perspectiva integral la Municipalidad de San Carlos trabaja en un plan que, lo antes posible, le permita atender el asunto en respuesta al mejoramiento social.
"Esto es ya un problema más para la Municipalidad al que no puede rehuirle, ya tengo en mi cabeza una preocupación más y qué es más grande de lo que la gente piensa y qué tenemos que pensar en cómo resolver", dijo el alcalde Alfredo Córdoba.
De momento, la Municipalidad no tiene un plan para esta situación ni cómo sacarlos de las calles.
La policía sostiene que atienden uno o dos casos al día por esta situación y no hay forma de comprobar de dónde y cómo llegan estas personas a las calles.
Mientras comerciantes también piden a sus colegas en supermercados y establecimientos que se abstengan de vender licor a estas personas para no fomentar más el problema social que, de continuar así, terminará afectado a todos.
Además de la situación social, esto conlleva a riesgos en seguridad en todo el distrito pues, según denuncias en redes sociales, principalmente mujeres empiezan a ser víctimas de asaltos.