La Zona Norte fue una de las prioritarias para el plan "Crédito en Marcha", parte de la estrategia Motor Rural y que fue lanzada a finales de 2020 para apoyar la reactivación económica de los territorios rurales.
Al finalizar el 2020, fueron colocados un total del ₡577 millones, es decir, ₡77 millones más de lo previsto por el Inder, lo que llevó a la institución a inyectar más recursos a este servicio especial para cubrir la demanda.
En la región, la inversión fue de ₡ 118 millones a 12 organizaciones y que beneficiaron a 500 personas.
El programa “Crédito en Marcha”, destinado a apoyar específicamente organizaciones del sector agropecuario, tenía condiciones especiales y únicas en el mercado nacional, con una tasa de interés del 2% anual fija durante todo el préstamo, cuyo monto máximo era de ₡10 millones.
Las entidades tienen hasta 5 años plazo para pagar; además cuentan con periodos de gracia y con una garantía solidaria entre los participantes de cada organización.
El presidente ejecutivo del Instituto de Desarrollo Rural, Harys Regidor, indicó que el Inder logró entender las necesidades de la población en uno de los momentos más difíciles por el que pasaba la economía rural.
“Ahora las familias que se dedican a la producción agropecuaria, pesquera y acuícola tienen la posibilidad de continuar con sus proyectos y emprendimientos. Eso nos motiva a plantearnos nuevos desafíos, a ser más eficientes, a seguir pensando fuera de la caja. Con el único fin de buscar el bienestar y desarrollo de más familias rurales”, dijo.
Un total de 64 organizaciones de los territorios rurales de Costa Rica se vieron beneficiadas del programa, lo que representa que casi 5 mil personas, productoras o asociadas a cada una de esas entidades, se vieran beneficiadas directamente, así como muchas otras más de forma indirecta.