Recientemente, la invitación al alcalde de San Carlos, Juan Diego González, para participar en MuniWorld en Israel ha generado reacciones críticas por parte de algunas figuras políticas y algunos ciudadanos.
Estas voces sostienen que aceptar dicha invitación equivale a respaldar el conflicto bélico en Gaza o, incluso, a justificar actos de genocidio. Pero ¿realmente tiene sentido esta asociación?
Es importante dejar claro, el alcalde de San Carlos no tiene ni la capacidad ni la autoridad para influir en la política exterior de Israel ni en el complejo conflicto geopolítico del Medio Oriente; y pretender que su presencia en un foro internacional como MuniWorld representa un aval político o militar a las decisiones de ese país es una distorsión desproporcionada y simplista de la realidad.
El evento MuniWorld no gira en torno al conflicto bélico, sino al intercambio de experiencias, avances tecnológicos, soluciones municipales y cooperación internacional en temas tan urgentes para nuestro cantón como la seguridad ciudadana, la gestión hídrica, la eficiencia energética y el desarrollo urbano sostenible.
De hecho, según se informó el alcalde va a tener reuniones con algunas de las entidades más avanzadas del mundo en materia de seguridad pública, un tema crucial en San Carlos ante el creciente desafío de la criminalidad.
Israel, además, es uno de los países más productivos del planeta, a pesar de limitaciones en recursos como el agua y el suelo cultivable. ¿No sería más sensato aprender de quienes han superado esas barreras, en lugar de boicotear oportunidades de desarrollo por razones ideológicas que poco tienen que ver con la gestión local?
No se trata de cerrar los ojos ante el sufrimiento humano en otras partes del mundo, al contrario, se debe reconocer que también en Costa Rica tenemos nuestros propios conflictos sociales, problemas de violencia, falta de equidad y rezagos estructurales, y pregunto: ¿No sería más coherente enfocar nuestras energías en resolver los desafíos inmediatos de nuestras comunidades antes de pretender jugar un papel de árbitros morales en conflictos lejanos y sumamente complejos?
Limitar la participación de San Carlos en un evento de esta envergadura no solo es una actitud cerrada, sino una renuncia peligrosa a nuestro derecho y deber de buscar soluciones innovadoras para nuestros vecinos. La política internacional es importante, sí, pero no debe convertirse en un obstáculo para el progreso local.
En momentos en que San Carlos necesita más herramientas, alianzas y conocimientos para enfrentar sus propios desafíos, decirle no a MuniWorld sería decirle no al futuro.