Antes de la pandemia, desde el Concejo Municipal de San Carlos y la ciudadanía organizada ya se estaban dando pasos conjuntos. Recuerdo bien la sesión municipal que organizamos en Crucitas en 2020, abrió camino a un diálogo diferente: desde el territorio, no desde los escritorios, con una comisión mixta de asuntos fronterizos.
Desde entonces, líderes comunales han tomado la bandera. Y aunque sería injusto nombrar solo a uno, destaco por mi cercanía a su labor del actual regidor Juan Pablo Rodríguez. Lo suyo no ha sido de oficina, sino de calle, de montaña, de comunidad; sin tener un cargo, ya estaba trabajando por ordenar, proponer, conectar con las comunidades.
Gracias a esa acción colectiva se han logrado avances: mejoras de caminos, más presencia policial, empleos temporales con programas de Gobierno, más apoyo de Municipalidad, organización comunal, creando Asociaciones de Desarrollo en las comunidades cercanas, y, lo más importante, incidencia política. Hoy Crucitas habla en la Asamblea Legislativa con voz propia.
Quienes minimicen estos logros quizás no conocen lo que cuesta que una comunidad olvidada se organice, se escuche y proponga.
No son conquistas menores: son la semilla de una transformación posible, si se riega con apoyo institucional.
Porque el cambio no viene solo del gobierno. Viene de las comunidades que se cansan de esperar y empiezan a construir. Y Crucitas y comunidades cercanas, en medio de su tragedia, ha empezado a levantar la voz.
Esa es la dirección correcta: una ciudadanía que no suplica, sino que exige con propuestas desde su vivencia real.
Nelson Ugalde Rojas
Expresidente municipal