Donaldo: Un nuevo pastor al servicio de la Diócesis de Ciudad Quesada

Monseñor José Manuel Garita lo ordenó como diácono y ahora, servirá en la Parroquia San Rafael Arcángel de Guatuso.

La Diócesis de Ciudad Quesada tiene un nuevo diácono tras su ordenación, el pasado fin de semana.

Donaldo López Novoa, viene de Nicaragua, terminó sus estudios de Teología en el Seminario Nuestra Señora de los Ángeles acá en Costa Rica, todo esto en medio de la difícil situación sociopolítica y religiosa presente en el hermano país.

Él llegó a nuestro país en 2022 y fue ordenado el pasado sábado, por Monseñor José Manuel Garita, obispo de la Diócesis de Ciudad Quesada.

“El corazón habla al corazón” es su lema diaconal, inspirado en San John Henry Newman, meditando el Salmo 15: “¿Señor quién podrá entrar en tu Tienda? El hombre de manos inocentes y puro corazón…”.

“De eso se trata abrazar la cruz a ejemplo del acto de amor más elevado que hizo Jesucristo, abrazó la cruz para salvarnos a toda la humanidad. Jóvenes, dejen al Maestro ser su Señor de sus vidas e historias, no importa la historia, sea clara u oscura, nada más recuerden que la respuesta de todo vocacionado antes va cargada de perdón y pura misericordia de Dios que nos perdona y libera para que también nosotros compartamos amor y misericordia con nuestros semejantes”, destacó.

Este año el diácono estará sirviendo en la Parroquia San Rafael Arcángel de Guatuso a pedido de Monseñor Garita.

“El Buen Pastor sigue renovando en la comunidad creyente el ministerio ordenado para la santificación del pueblo cristiano y para la misión evangelizadora encomendada a toda la Iglesia. Estamos sinceramente agradecidos con el Señor y muy contentos por este nuevo ministro ordenado que Él regala a la Iglesia en este día, de manera particular para bien de nuestra diócesis”, indicó el Obispo de Ciudad Quesada, en su homilía.

¿Qué es un diácono?

Como parte del tercer grado del sacramento del orden sacerdotal, el diácono, por la imposición de manos, se convierte en inmediato colaborador del obispo y de la Iglesia en el anuncio de la Palabra; en el servicio del altar y en el ministerio de la caridad hacia los más pobres y necesitados.

Ya ordenado, el diácono podrá administrar el bautismo, presenciar el matrimonio, llevar el viático (administrar la comunión), presidir las exequias y dirigir la homilía, entre otras funciones. Se trata de un ministro (servidor, siervo) de Jesucristo y de la Iglesia: es llamado y ordenado para servir y no ser servido; para entregarse con humildad, sencillez, discreción y generosidad a través de un testimonio probado.

En ese espíritu asume el compromiso del celibato, acogido como don precioso de Dios para consagrarse íntegramente a Cristo y a la Iglesia con el gozo y la alegría del Evangelio. También asume el compromiso de la oración en la liturgia de las horas, rezando por las necesidades de la Iglesia y el mundo.

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