El rostro detrás del "Toro Charlie", el que saca sonrisas en las graderías del Carlos Ugalde

Desde hace 5 años, Jonathan Salazar es el personaje que asume la botarga de Los Toros del Norte, una pasión que mantiene intacta desde el primer día.

Como si fuera la primera vez, los nervios se le ponen de punta. Entra en ansiedad y hasta se prepara mentalmente para dar lo mejor de sí, para asegurarse que todos los asistentes al estadio Carlos Ugalde disfruten de su presencia.

Desde el día antes o, desde buena mañana alista todo. Una cabeza enorme, su pantaloneta, su camiseta, sus tacos. La pasión es la misma del primer día.

El Toro Charlie es la botarga o mascota de la Asociación Deportiva San Carlos y detrás de ese disfraz está Jonathan Salazar, un joven de 38 años que nació en Laguna de Zarcero pero que, escogió San Carlos para vivir y, a los Toros del Norte como su equipo del alma.

Todo empezó por casualidad, es más, la idea no fue ni de él si no de su esposa. Era solo por un día pero, ya pasaron 5 años desde que cada partido, se transforma en el toro más manso, noble y perseguido por la niñez.

"Estaba en una grupo de WhatsApp de aficionados y ahí, ponen que estaban buscando una persona para un día y yo no lo vi, lo vio mi esposa y ella dijo que yo, ni siquiera me preguntó si quería (se ríe) pero es por que ella sabía que mi sueño era estar ahí adentro porque, el fútbol es una pasión", recordó.

Su primera aparición fue en marzo de 2019, el campeonato en el que Los Toros del Norte resultaron campeones. Fue solo a una prueba y, se quedó como la mascota oficial.

Jonathan Salazar tiene 31 años y se dedica a los servicios expres en Ciudad Quesada. Cortesía.

Detalles detrás del Toro

El traje del toro lo diseñó Rodrigo Lizano, el creador de varias botargas del fútbol nacional y otros personajes del país.

Jonathan es el encargado de cuidarlo y para ello, se lo lleva a su casa para el mantenimiento y tenerlo en buenas condiciones .

Su trabajo es tan agradable que, hay un patrocinador que se encarga de los gastos y mantenimiento, además de la remuneración económica que recibe, por cada partido.

"Bike Arenal es el patrocinador del toro, ellos se encargan de los pagos o si hay que hacerle algo al traje y la idea es cambiar el traje por que ya está deteriorado", contó.

Uno de los factores en contra, detrás de Charlie, es el calor. El traje por sí solo es muy caliente, más la cabeza. Incluso esto, casi le juega una mala pasada a Jonathan.

"Una vez hicieron una carrera en el medio tiempo, cuando eso estaba el Toro Bala y me puse a jugar de artista y me fui detrás del muchacho que participaba y tuvieron que llegar a quitarme la máscara por que, literalmente me estaba ahogando. Eso fue de lo más loco que he hecho, andar en esas carreras", relató.

Una bicicleta es la fiel compañera de este personaje. Cortesía.

Jonathan llega hasta dos horas antes de cada partido. Analiza el flujo de aficionados, más cuando son partidos Clase A, con lo llamados equipos grandes.

"Yo me preparo hasta psicológicamente, veo más o menos cuántos niños hay, dónde hay más y me voy a las graderías a ver quién quiere fotos y si hay 100 niños, me espero para la foto con todos", dijo.

¿Le apasiona su rol de toro?

"Yo creo que yo nací para esto, la verdad. No me creo el mejor pero tampoco me creo el más malo, trato en cada partido de hacer lo mejor posible y la prioridad siempre van a ser los niños. Es una oportunidad muy bonita de conocer gente, de compartir con la gente y lo vivo muy apasionado", comentó.

Este vecino de Puente Casa y quien se dedica a servicio express en Ciudad Quesada, espera seguir debajo de esa máscara por mucho tiempo más para, sobre todo, provocar sonrisas en las graderías aunque, en ocasiones los marcadores generen caras tristes.

Lea también: