Desde hace 32 años, las fechas cercanas al 14 de setiembre convierten el hogar de doña Zulema Cerdas en una estantería de faroles.
Entrar a la sala es toda una experiencia de fervor patrio pues a lo largo y ancho hay faroles de todo tipo, unos en proceso y otros ya listos para entrega.
Esta sancarleña de 62 años de edad y vecina de Cedral de Ciudad Quesada tiene tres décadas de crear faroles, emprendimiento con el que lleva sustento a su familia y logró financiar el estudio de sus hijos.
"Yo trabajaba de recepcionista en un hotel en Ciudad Quesada, salí a hacer un mandado a mi papá y cuando me bajé del bus una señora me prensó el vestido y me caí, me quebré una pierna. Estuve 3 meses incapacitada y ya venía el 14 de setiembre cuando unos sobrinos me pidieron que les hiciera los faroles", cuenta doña Zulema mientras continúa armando los pedidos sobre la mesa.
Aprovechó su gusto por las manualidades y la decoración que adquirió en la juventud y los faroles quedaron tan bonitos que pronto empezó a recibir pedidos de los compañeros de sus sobrinos.
Según cuenta, en esa primera vez hizo 14 faroles, la voz empezó a correr y lo demás es historias, se volvió la "farolera" por excelencia de muchos comercios.
"A mí siempre me gustó la decoración y las manualidades, yo decoraba salones, hacía queques, entonces traía como esa habilidad. De ahí en adelante empezaron a llegar pedidos de cooperativas, supermercados, librerías y siempre se van como pan caliente", relata doña "Zule" como le llaman de cariño.
Por año, produce en promedio 6 mil faroles que luego son distribuidos en zonas como Atenas, Naranjo, Zarcero, Upala, Guatuso, Los Chiles y San Carlos.
El trabajo es arduo, cada año los pedidos empiezan a llegar desde febrero y la producción arranca en mayo.
No está sola, sus hijos son parte importante en la creación de los faroles, labor que doña Zulema les inculcó desde pequeños y que aún hoy con sus trabajos siempre que tienen un espacio libre llegan a colaborar.
"Yo por hora saco 50 faroles, hemos ido comprando máquinas, por ejemplo, las impresoras que las maneja Raquel (su hija), aquí pasamos casi todo el año produciendo", cuenta entre risas.
La creación de faroles es de todo tipo, desde el más tradicional con su tapita para poner la candela hasta los más elaborados que traen luz con batería.
Los materiales que usan son de todo tipo, pero, en su mayoría son de reciclaje como botellas plásticas de gaseosas, sirope, cartones de huevo, latas, entre otros.
"Todo este material yo lo encuentro en la calle, siempre andamos revisando y separando para luego traerlo acá al taller y trabajarlo", dice.
Este emprendimiento permite también que doña Zulema pueda generar empleo a 8 personas, entre amas de casa y un señor que se encarga de producir los palos de madera.
Doña Zulema vive su trabajo con mucha pasión y pese a que, siempre dice que será su último año haciendo faroles, el amor por lo que hace termina ganando.
"Todos los años digo que ya voy a parar, pero me llaman y me hacen los encargos y la verdad hacer esto para mi es una pasión muy grande que disfruto muchísimo, paso entretenido y a veces me dan las 3 de la mañana haciendo faroles", contó.
La distribución de faroles inició el pasado 16 de agosto y se extiende incluso hasta el propio día de celebración en horas de la tarde.
Si usted tiene una empresa y desea contactar a doña Zulema puede hacerlo a través del teléfono 6065 8367.