El pasado lunes, la presidenta municipal presentó una moción para condonar intereses y sanciones a las personas morosas con la Municipalidad de San Carlos, con el objetivo de agilizar la recaudación ante la actual necesidad de recursos.
La moción fue aprobada, aunque dos regidores la rechazaron, señalando razones que no deben pasarse por alto.
Desde una perspectiva profesional y técnica, considero pertinente reflexionar sobre algunos elementos clave antes de implementar medidas como esta.
Análisis costo-beneficio financiero
San Carlos ha mantenido históricamente buenos indicadores de gestión de cobro, con niveles de morosidad relativamente bajos, alrededor del 10%. Aunque esto representa montos relevantes (entre 900 y 1.000 millones de colones anuales), sigue siendo un indicador saludable comparado con el promedio nacional, que oscila entre el 20% y 30%. Por tanto, se debe valorar si el costo de aplicar una amnistía (perdón de intereses y sanciones) realmente se traduce en un beneficio financiero superior al de mantener las políticas actuales de cobro.
Impacto en la cultura tributaria
Si bien una condonación puede incentivar la regularización de deudas, también puede generar una cultura de espera por parte del contribuyente, confiando en futuras amnistías. Esto debilita la responsabilidad fiscal y crea una costumbre nociva: no pagar a tiempo con la expectativa de que eventualmente se les perdonará.
Evitar generalizaciones
Es imprescindible que existan reglas claras y equitativas para definir quiénes pueden acogerse a la amnistía. No debe convertirse en una medida generalizada sin justificación sólida. Si no existe una crisis económica reconocida oficialmente, como es el caso actual, entonces el beneficio debería ser focalizado, con criterios transparentes y objetivos.
Realidad financiera municipal
Si la Municipalidad enfrenta una situación de urgencia financiera real, debe justificarse con datos económicos y sociales concretos, como problemas severos de liquidez que impiden la ejecución de proyectos. Además, debería ir acompañada de medidas paralelas como recortes en gastos superfluos y mejoras en eficiencia administrativa.
Explorar otras alternativas
Antes de recurrir a medidas excepcionales, sería ideal implementar un plan integral con otras estrategias: mayor rigurosidad en el cobro, simplificación de arreglos de pago, refinanciamiento de deudas, e incentivos para el pago puntual.
Contexto socioeconómico local
Es fundamental segmentar a la población morosa para comprender su realidad. No es lo mismo una persona adulta mayor o con discapacidad que un gran contribuyente con capacidad de pago. También es necesario analizar sectores económicos clave como el turismo, la agricultura y la ganadería, para diseñar medidas ajustadas a sus circunstancias.
Reflexión Final
Más allá de la coyuntura, vale la pena preguntarse por qué no se ha avanzado en la propuesta de reforma a la ley de impuestos municipales de San Carlos, la cual fue construida hace algún tiempo y podría generar ingresos adicionales e introducir incentivos modernos para nuevos sectores. ¿Existe temor al costo político? ¿Se están trabajando otros planes integrales que no han sido comunicados? Son preguntas legítimas que merecen una discusión abierta y técnica.
Espero que estas reflexiones contribuyan al análisis de quienes toman decisiones, y sirvan para promover una gestión fiscal responsable, estratégica y justa.
Nelson Ugalde Rojas
Expresidente Municipal
Máster en asesoría fiscal