“Estoy muy feliz por tener nuestro escritorio propio; ya no voy a tener que andar corriendo para buscar una mesa y una silla, más cuando llego de última”.
Así describe, el tener un escritorio, Sileidy Tamara Bonilla Hurtado, una niña costarricense, que vive en el poblado Papaturro, en Nicaragua y todos los días viaja durante 30 minutos en bicicleta, para cursar el sexto grado de la Escuela Rafael Ángel Sánchez Arrieta, en México de Upala.
Sileidy es una de las 1.400 niñas, niños, adolescentes y personas adultas que se beneficiarán directa o indirectamente con la donación de pupitres realizada en tres centros educativos de las comunidades upaleñas México, Bijagua y Aguas Claras, fronterizas con Nicaragua.
El apoyo a la educación lo realiza UNICEF en Costa Rica con diferentes programas y estrategias como entrega de libros, pupitres, computadoras y útiles escolares.
Además, impulsa políticas educativas que contribuyen a garantizar el cumplimiento del derecho de las niñas y los niños a la educación, sin importar su etnia, discapacidades u origen geográfico.
“Esta entrega de pupitres es solo una de las acciones que realizamos en conjunto con el MEP, para aumentar la calidad y dignificar la educación y lograr que las niñas y los niños puedan disfrutar de su aprendizaje, sin dejar de lado que están en un contexto difícil, porque esta es una zona migratoria donde las comunidades reciben muchas personas, entre ellas niñas y niños que, gracias al estado costarricense, también reciben educación”, comentó Javier Martos Mota, representante interino de UNICEF en Costa Rica.
La entrega simbólica de pupitres tuvo lugar en la Escuela Rafael Ángel Sánchez Arrieta, en México de Upala, ante estudiantes, dirigentes comunales y autoridades educativas, gracias a la alianza entre MEP y UNICEF con apoyo financiero de la Oficina de Población, Refugiados y Migración (PRM) del Departamento de Estado de Estados Unidos.
De acuerdo con José Inés López, director de ese centro educativo, del total de 270 estudiantes el 27% presenta una condición geográfica o migratoria particular de las áreas fronterizas, por ejemplo, 50 son estudiantes costarricenses que, por situación económica o familiar, viven en poblados nicaragüenses y otros 25% son nacidos en Nicaragua, que pudieron optar por la regularización migratoria para continuar sus estudios en Costa Rica.