El arte costarricense pierde a una de sus figuras más emblemáticas. Estos jueves familiares confirmaron el fallecimiento del escultor Édgar Zúñiga, cuyo legado artístico marcó profundamente la identidad cultural del país.
Zúñiga, reconocido por su dominio del hierro y su capacidad de dotarlo de expresión humana, fue el autor de importantes obras en espacios públicos y religiosos.
Entre ellas destaca el imponente Cristo Redentor que luce la Catedral de Ciudad Quesada, una escultura que es en símbolo visual y espiritual en San Carlos.
Es admirado tanto a nivel nacional como internacional. Durante décadas, transformó el metal en testimonio artístico de la historia, la fe y las luchas sociales de Costa Rica.
Su obra está presente en plazas, iglesias, parques y centros culturales, dejando una huella permanente en el paisaje urbano y rural del país.
En San Carlos, el Cristo Redentor sobre la catedral adquiere hoy un nuevo significado: se convierte no solo en una pieza religiosa, sino también en un homenaje permanente a su autor.
Cuenta la historia que llegó a la Catedral en 1980. La imagen la donó el querido y reconocido "Meco" Argüello, q.D.g.; en memoria de su hijo fallecido "Pedrito".
Así consta en la leyenda impresa en la propia imagen que hizo el escultor Édgar Zúñiga, y así, lo confirmó la costumbrista Ángela Ulibarri quien, además, tiene material de esta historia.
En el cantón, también queda el legado de don Édgar en el monumento al cooperativismo que está en la rotonda de Florencia.
Se trata de una obra de 5 metros de altura. La escultura tiene figuras humanas creadas en resina-piedra, un material resistente a las inclemencias del tiempo.
"Yo quiero felicitar a los sancarleños por ser una comunidad tan progresista, cargada de energía y donde justamente emerge como ejemplo para el país, el cooperativismo. Estamos trabajando en un monumento sobre el humanismo, que refleje las características del cooperativismo, donde estará hombre, mujer, niño, etnias, todos juntos levantando un peso en conjunto para buscar llevar adelante a un pueblo", indicó Zúñiga, durante el evento de develación de esta obra en 2019.
Zúñiga deja tras de sí una carrera sólida, profunda y coherente, marcada por la búsqueda de belleza y trascendencia en el hierro forjado. Su legado continuará inspirando a artistas, creyentes y ciudadanos por igual.
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