A simple vista, Felipe no es un niño cualquiera. Bastan unas pocas palabras con él para saber que su capacidad va más allá de los 8 años que tiene.
En su casa, en Porvenir de Ciudad Quesada, en su cuarto; que es como su espacio aparte lleno de libros, música, un globo terráqueo y hasta un piano, la conversación con Felipe Villalobos Ruíz, me transportó a su mundo.
Él, es estudiante de segundo grado en el Colegio Diocesano en Ciudad Quesada.
- ¡Hola! Felipe! ¿Qué es lo que más te gusta hacer a tus 8 años?
-"A mi, me gusta mucho leer, armar legos. Yo se leer desde los 3 años y también me gusta mucho tocar el piano".
- ¿Aprendiste a leer a los 3 años, solo o te enseñaron?
-"Bueno, creo que solo pero mi mamá me ayudó un poco. Fue con un libro que se llamaba Paco y Lola. Ahí comencé a leer. Yo sabía ya leer medio fluido y entonces mi mamá me ayudó".
-¿Qué te llamó la atención de aprender a leer tan pequeño?
-"Diay, pues aprender a saber como expresarme y también a como saber escribir pero es que a mi me gusta mucho leer y por eso quise aprender".
-¿Te sentís diferente a otros niños?
-"Si, un poco. Por que a mi me va bien en la escuela. Bueno, también tengo compañeros a los que les va biensísimo por dicha, pero si me siento un poquitito diferente por que soy un poquititito más capacitado".
-¿Te sentís un niño super dotado?
-"La verdad si, por que tengo habilidades distintas y esto lo exploto aprendiendo más y esforzándome. Yo soy uno de esos niños que lucha por lo que quiero y deseo y se que yo hago explotar esas capacidades, pero depende de mi".
-¿Cuál es el sueño de Felipe?
-"Yo quiero ser un gran pianista, también un gran lector. Me falta esfuerzo en las cosas que hago. Cada día me tengo que esforzar más y más hasta que lo consiga y este satisfecho. Hay que trabajar duro y luchar por lo que se quiere".
Felipe, es uno de los dos niños registrados como de alta dotación en el cantón. Normalmente, este término es reconocido como niño superdotado, pero en el país aplica diferente.
Para que se de una idea, en el país hay solo 6 niños declarados como de alta dotación y 2 de ellos son de San Carlos.
Además de Felipe, una niña de apellido Murillo, estudiante de la Escuela Carmer Lyra, también en Ciudad Quesada, tiene las mismas calidades que le permitieron convertirse en una niña de alta dotación.
Programa especial
Desde 2015 una ley obliga al Ministerio de Educación a ubicar y registrar a los estudiantes con alta dotación o superdotados.
Desde entonces, un grupo interdisciplinario trabaja en San Carlos para ubicarlos. Fue así como ya, lograron registrar a estos primeros dos.
"La gente cree que un niño es superdotado por que saca buenas notas y no. Hay niños superdotados a los que no les va bien en la escuela pero sus capacidades son otras y es ahí donde está enfocado nuestro trabajo", explicó Estela Herrera, Directora de la Comisión Regional de Alta Dotación de San Carlos.
Hay mitos sobre esto, mucha gente cree que un niño es superdotado por que tiene buena memoria, por que es brillante, por que se porta bien y por que saca buenas notas; pero no.
Hay tres puntos claves que permiten a los profesionales detectar a estos estudiantes y no es precisamente por sus calificaciones.
- Alta capacidad en un área
- Creatividad
- Compromiso con la tarea o bien, motivación.
"Son niños que desarrollan talentos solos, que descubren habilidades y solo hay que incentivarlos para que las desarrollen y es justo eso lo que hacemos en el programa. Primer identificarlos y segundo crearles opciones académicas que les permita ampliarse y desarrollarse más", explicó Herrera.
Este proyecto además de identificarlos y registrarlos, abre opciones a otros niños con condiciones muy buenas pero que no califican como de alta dotación.
Por ejemplo, un estudiante de una pequeña escuela de Cutris, en zona fronteriza, entró a estudio. No calificó pero sus aptitudes permitieron que, por medio de esta comisión, lograra una beca en el Colegio Diocesano donde ahora explota el inglés y la robótica, materias que no recibía en su escuela pero que potenciaba.
"Hemos ido creando convenios con colegios privados y hasta universidades para que les abran espacios. Y ese es el fin del programa, habilitarles opciones", añadió Herrera.
Desde la docencia
Gabriela Vargas fue maestra de Felipe en primer grado y además hoy, es miembro de la Comisión de Alta Dotación, lo que le permite vivir la experiencia desde los dos bandos.
"Lo que normalmente uno ve en un chico con alta dotación es una gran sed de aprendizaje. Ellos siempre preguntan más allá de lo que uno explica, además de que son muy curiosos, muy creativos, tiene habilidades en muchas áreas como la interpersonal, intrapersonal, musical, aritmética. Como que todas las inteligencias múltiples las tienen potencializadas", explicó la docente.
Igual, la docente agrega que no se trata de niños genios, si no que cuando se les explica algo nuevo, con solo una pincelada aprenden, se interesan pero además por sus propios medios buscan más información.
"Con Felipe, la maestra de preescolar ya había detectado en él muchas de las características y el reto mío fue: ¿qué hacía yo con un chiquito así?. A los 6 años ya sabía sumar, restar, se sabía los elementos de la tabla periódica, es decir iba más allá que un niño normal de primer grado. Él investigaba y yo le preguntaba: ¿qué querés investigar hoy? y él me decía. Según lo que investigaba él preparaba una exposición para sus compañeros", contó Vargas.
Además, trabajaba en las mismas cosas que todos sus compañeros. No era que hacía cosas diferentes, sino que como terminaba antes que los demás aprovechaba el tiempo de esa forma junto al apoyo de su docente.
"Una vez hizo una exposición sobre la tabla periódica y según la inicial de sus compañeros les asignó un elemento y les explicó por qué y para qué servía", añadió la maestra.
Actualmente el programa y sus profesionales en San Carlos, tiene en estudio a 10 estudiantes más que podrían aumentar la estadística nacional.