Gracias a Julia, sancarleñas escuchan el corazón de sus bebés por primera vez

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Ese momento inolvidable, cuando una madre escucha latir el corazón de su bebé por primera vez tiene una cómplice en el Hospital San Carlos.

Por sus manos, pasan todas las sancarleñas en estado de embarazo y gracias a ella ocurre la magia entre ese primer latido y el amor de mamá.

María Julia Ugalde Pérez tiene 52 años, y 27 de ellos como enfermera en  servicio de perinatología. Desde entonces, escucha el corazón de todos los sancarleños, antes de nacer.

"Yo tengo mucho trabajo, pero no por eso hago mala cara al recibir a las personas, todo lo contrario, siempre trato de ofrecer una atención respetuosa, amena y cordial. Yo contesto el teléfono, agendo citas, tomo los signos vitales, a cada señora que llega, hago monitoreos fetales, doy el curso de preparación para el parto tres veces al año, ofrezco consulta de alto riesgo y de perinatología", contó.

Hay momentos hermosos, esa magia, esa conexión madre-bebé y toda la ilusión.

Pero, también hay momentos duros, llenos de lágrimas y dolor: esos en los que el corazón no late y a Julia le corresponde darle la noticia a las mamás.

 “Cuando uno entra en contacto con los bebés por medio de los ultrasonidos obstétricos siente una conexión inexplicable con ellos. Con cada uno se tienen cosas distintas, pero siempre aprovecho para empaparme de su ternura y reconocer el milagro de Dios y la vida. Uno se identifica mucho porque las atiende varias veces y es muy triste cuando las cosas no salen como uno desearía”, añadió.

Julita, como le conocen de cariño, atiende a 1.800 mujeres cada mes. Suficiente para reconocer a generaciones de generaciones.

Incluso cuenta de pacientes a quienes atendió antes de nacer y ahora, llegan embarazadas.

Los saludos en la calle son constantes, por parte de mujeres quienes la recuerdan con cariño por esa atención tan cálida durante el período prenatal. Nunca le falta el conocer a esos bebés que atendió, ya convertidos en jóvenes y adultos.

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