La historia de Allan Ortiz conmovió decenas de corazones que no dudaron en darle una mano a este joven valiente.
Gracias a la solidaridad de muchas personas, ya Allan, estudiante de quinto año, no tiene que caminar hora y media para llegar al Liceo San Carlos, desde el cuarto que alquila en la Quebrada del Palo.
Personas de buen corazón, donaron dinero suficiente para que pueda asegurar los pasajes de bus por lo que le resta de curso lectivo y lo que más le emociona es que pudo sufragar gastos necesarios para su graduación.
"Ya pagué lo más importante que es lo de la cena de graduación y todo para ese evento, ya está pago y me siento muy agradecido", contó emocionado.
También pudo comprar algunas cosas que necesitaba con urgencia, como un par de tenis.
Ya el jueves fue diferente para él. Luego de que sancarlosdigital.com diera a conocer su historia ya pudo ir a sacar efectivo para viajar en bus e incluso, sentirse tranquilo porque aseguró su cena de graduación como bachiller.
"Es una bendición, estoy completamente agradecido con las personas que me han ayudado, con las personas que me hicieron y me siguen haciendo SINPE. Luego de los pagos voy a guardar lo que me queda de plata porque no puedo gastarla toda de una sola vez y además, tengo que tener dinero guardado", añadió.
Sin duda, Allan seguirá necesitando ayuda pues luego de salir del colegio tiene sueños que cumplir y uno de ellos es, ser piloto de avión.
La historia de Allan la conocimos el miércoles anterior. Se trata de un joven de solo 18 años al que la vida la ha puesto todos los obstáculos posibles, pero, con valentía los sortea aún, todos los días.
Creció en un albergue del PANI pues su madre lo abandonó siendo muy pequeño y quedó al cuido de sus abuelos.
Cuando tenía 8 años su abuela falleció y su abuelo no pudo cuidarlo por su trabajo en el campo y así fue como fue a dar al albergue.
A los 16 años lo sacaron y en lugar de perderse en el camino, encontró la luz que hoy lo lleva a soñar con ser piloto de avión, pero antes, debe entregarle algo a su abuelo: su título de bachiller. Para ello, caminaba desde la Quebrada del Palo hasta el colegio para no perder las lecciones y seguir el camino hasta la meta que tiene.