Velmer Blanco Blanco y un perrito, son los protagonistas de esta historia.
Blanco, es un indígena maleku quien desde niño, aprendió la curación natural para la mordedura de serpientes.
Mientras patrullaba una noche, topó con una emergencia que no dejó pasar.
Un vecino del Palenque Tonjibe en San Rafael de Guatuso, territorio indígena maleku, le pidió que ayudara a su perro, pues una serpiente terciopelo le había mordido en su cara.
“Cuando llegué a la finca se veía muy mal. Cuando a los perros les pasa esto, se ponen tristes e inflamados en la parte de la mordedura, además sangran” comentó Velmer.
Sin dudarlo, el oficial utilizó lo que la naturaleza provee y tomó plantas medicinales, aplicó la enseñanza de sus ancestros para preparar la medicina, hirvió el bejuco en la delegación policial, llevó la medicina hasta la finca donde estaba el perrito y se la dio a beber.
“Eran como las 11 de la noche cuando nos pidieron ayuda. Hay varias plantas que curan, pero ya casi no hay bosque para encontrar estas matas tan necesarias”, agregó el oficial.
Para Velmer los perros tienen un valor muy especial, pues según él son los más leales amigos.
Pese a que los pronósticos de sobrevivir a una mordedura son reducidos, Velmer visitó a “Tercio”, así bautizaron al perro, en horas de la mañana del domingo y observó a la distancia como le movía la cola, lo que reflejó una gran sonrisa en el oficial, como quien le sonríe a la muerte después de ganarle la batalla.
Velmer, con 13 años de servicio, ayudó a otros animales que sufrieron una mordedura de serpiente como vacas, toros y más perros.
Es así como este oficial de la Fuerza Pública, de 51 años, padre de cuatro hijos y abuelo de tres nietos, quien vive en el Palenque Margarita muestra la empatía, el amor por los animales, el aprecio hacia la naturaleza y la enseñanza de sus padres, por lo que como buen policía que es, utiliza sus tradiciones y conocimientos ancestrales para servir a los demás.