La alargada cuarentena, permitió a las familias sacar provecho del tiempo para construir sus propias huertas en casa. Consumir lo que producen con sus propias manos.
Cultivar productos en casa fue una actividad que quedó relegada al paso de los años y aunque, en muchos centros educativos empezaron con clases de agricultura y a fomentar las siembras, el aislamiento también provocó que muchos de esos cultivos llegaran a casa de los estudiantes.
Abrir pequeños espacios en las casas o aprovechar material de reciclaje para producir verduras, hortalizas y hasta frutas se convirtió en la actividad familiar favorita.
"Las personas piensan que necesitan tener una finca para cultivar. Usted en un metro cuadrado puede producir un montón de alimentos que al año se dará cuenta de la cantidad de plata que se pudo ahorrar", dijo Harold Eduarte, ingeniero agrónomo, especialista en agricultura orgánica, docente del INA en la región Huetar Norte.
En mayo, la Universidad de Costa Rica presentó una investigación que pretende apoyar e informar a las comunidades sobre la importancia de la agricultura orgánica.
"Costa Rica posee la ventaja de ser un país tropical y esto permite que se pueda producir y cultivar alimentos durante todo el año. En momentos de crisis, como la que estamos viviendo, se reafirma la necesidad de que una nación produzca sus propios alimentos para así no depender tanto de las importaciones", cita el trabajo universitario.
Dicho estudio además señala que, "la satisfacción de comer lo que producimos en nuestra propia huerta, es una práctica que ayuda a tener una buena salud mental. No solo es divertida y entretenida, sino que también exige explotar la creatividad e incluso es una forma de realizar ejercicio".
En un solo metro cuadrado, una familia puede cultivar sus alimentos.
Usted puede utilizar cajones de madera, tubos, pvc reciclados, alambre, block de construcción, llantas, botellas vacías, en fin lo que encuentre en su casa, que crea que le pueda dar alguna funcionalidad.
El ingeniero Eduarte, aconseja cultivar plantas pequeñas como: espinaca, lechuga, culantro, apio, cebollino, mostaza, albahaca y plantas verticales como: pepino y tomates.
El espacio que requieren es tan reducido que le permitirá sembrar, cosechar y regar los cultivos sin ningún problema.
Para cultivar de manera funcional, no necesita gastar mucho dinero. Existen muchas alternativas, orgánicas y naturales para trabajar su propia huerta.
Como beneficio, aparte de salud mental, las familias obtienen el saber lo que consumen, mejorar la alimentación, ahorro de dinero y disfrutar de una actividad relajante.