Después de años de espera y mucho esfuerzo en equipo, la Escuela Clemente Marín de Cuatro Esquinas en Pital tendrá por fin una infraestructura digna para sus estudiantes.
El proyecto, que inició en 2018 y estaba detenido, fue retomado el 23 de agosto de 2024 tras una visita, por parte del diputado Jorge Rojas, a los niños, el personal docente y la Junta de Educación, quienes entonces recibían clases en un salón comunal.
Desde ese momento, el legislador impulsó un seguimiento constante que hoy da sus frutos: la Contraloría General de la República refrendó el proyecto, permitiendo que en un plazo de un mes haya orden inicio para su construcción.
La obra representa una inversión de 1 873 millones de colones por parte de la Dirección de Infraestructura Educativa (DIE) del Ministerio de Educación Pública.
Se trata de una licitación mayor compleja que transformará por completo las condiciones actuales.
La nueva escuela será construida en mampostería y contará con espacios pensados para el bienestar de toda la comunidad educativa: sala de profesores, área administrativa, sección de preescolar con área techada, laboratorio de cómputo, edificio de aulas de dos niveles, comedor, biblioteca, aula de música, sala de espera para padres, bicicletario, cancha techada, rampas, escaleras y otras obras complementarias.
Todo esto fue posible gracias al trabajo conjunto de la directora Lourdes Suárez, el equipo técnico de la DIE, diseñadores, abogados, administrativos y una Junta de Educación comprometida con el futuro de sus estudiantes.
En agosto de 2019 el Ministerio de Salud clausuró el centro educativo y desde entonces los estudiantes recibían clases en el salón comunal en condiciones no óptimas.
Entre otros problemas, este edificio de madera tenía afectación por las termitas, filtraciones de agua en el laboratorio de cómputo, además de problemas en el cielo raso de las oficinas.
Salud también comprobó en las instalaciones la presencia de larvas del mosquito Aedes Aegypti, transmisor de dengue, zika y chikungunya.
Las autoridades aseguraron que seguirán acompañando el proceso hasta ver la nueva escuela convertida en una realidad.
Una obra que representa no solo ladrillos y techos, sino una apuesta por el futuro y el derecho a una educación de calidad.