¡Importante! Docentes sancarleños aprenden sobre cómo manejar crisis de conducta en sus estudiantes

En 2025 reportan 4 casos.

253 docentes de asignaturas complementarias de los 14 circuitos educativos de La Dirección Regional de Educación de San Carlos, recibieron una capacitación sobre manejo de estudiantes en crisis conductuales.

La capacitación estuvo a cargo de Gary Sandoval Corella, Asesor Regional de Educación Especial quien resaltó la importancia de consolidar el camino hacia una educación inclusiva.

“Lo primero es responder la crisis según los procedimientos de cada centro educativo con una atención inmediata, hay 4 fases que consisten en la identificación y el nivel de crisis, el accionar con dinámicas ya establecidas, desviar la situación, negociación con el estudiante, escuchar, ser empático y ofrecer opciones”, dijo Sandoval.

Sandoval agregó que cuando hay agresión física, es fundamental mantener la privacidad del estudiante y salvaguardar a sus compañeros.

La Asesoría Regional de Educación Especial de San Carlos reporta que este año hay 4 casos de manejo de crisis atendidos en los centros educativos de la zona.

La guía de manejo de crisis conductual aplica para toda la comunidad educativa, por ello la importancia de capacitar a los docentes de asignaturas complementarias (Educación Física, Religión, Música, Artes Industriales, Artes Plásticas, Formación para la vida, Formación Tecnológica)

La actividad fue en las instalaciones del Tecnológico de Costa Rica, Sede San Carlos.

Las crisis conductuales son situaciones en las que una persona, generalmente un niño, niña o adolescente, pierde el control emocional o conductual, lo que puede llevar a comportamientos agresivos, disruptivos, desafiantes o autolesivos.

Estas crisis no solo afectan al estudiante que las experimenta, sino que también pueden alterar el ambiente del aula y poner en riesgo a otros estudiantes y al personal educativo.

Manejar adecuadamente las crisis conductuales en los centros educativos es fundamental porque garantiza la seguridad de todos, promueve un ambiente de aprendizaje saludable y fortalece la inclusión.

Una intervención oportuna y empática permite reducir el impacto de la crisis, evitar daños físicos o emocionales, y prevenir que estas situaciones se repitan.

Además, ayuda a que el personal docente responda de forma organizada, siguiendo protocolos que respetan la dignidad del estudiante, al tiempo que se protege al resto del grupo.

Este manejo adecuado también contribuye a mejorar la convivencia escolar y a construir una comunidad educativa más comprensiva y preparada.

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