Impulsando el desarrollo turístico sustentable en Guanacaste

Por: Allan Astorga Gättgens.

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Como hemos venido señalando en artículos previos (ver: www.allan-astorga.com) el marco del desarrollo de una nueva administración de gobierno, da la base para desentrabar al país de las ataduras de su desarrollo socioeconómico e impulsar su activación por medio de una serie de medidas estratégicas clave, que aceleren su crecimiento y le den estabilidad. En lo que sigue, nuestra contribución en materia ambiental, para lo que hemos denominado, la acción de “impulsar el desarrollo turístico sustentable de la región costera de Guanacaste”.

Plan Chorotega: hace poco más de 10 años durante la administración Arias Sánchez, se pulsó un plan de desarrollo turístico e inmobiliario en la región de Guanacaste (y los distritos peninsulares), denominado el Plan Chorotega. El mismo correspondía con un Plan Regional de Desarrollo Urbano, que promovía el desarrollo de los cuatro kilómetros de la zona litoral costera, detrás de la Zona Marítima Terrestre. El plan dividía la franja en tres zonas de usos del suelo diferente y permitía el desarrollo de construcciones verticales y densidades de población altas y muy altas. El Plan era un esfuerzo de ordenar “reglas del juego” para el “boom” inmobiliario que se dio en la década pasada.

Aunque el Plan Chorotega tenía la intención de reactivar económicamente la zona litoral, con un intenso desarrollo inmobiliario y turístico, aprovechando principalmente el desarrollo del Aeropuerto Internacional en Liberia, tenía un defecto de base, y era que carecía de un correcto sustento ambiental. El Plan tenía, como principal defecto, el hecho de que, al no considerar el tema ambiental, partía de la base de que todo el territorio de los 4 Km de franja costera era susceptible de ser desarrollado urbanísticamente, razón por la cual, lejos de convertirse en una solución ambientalmente sustentable, se transformó en una seria amenaza para la protección del ambiente y los recursos del cantón de Guanacaste.

Se tiene que tener claro que, no por se una zona litoral costera, toda la franja de 4 Km tiene las mismas características ambientales, todo lo contrario, se presentan diversas zonas de fragilidad ambiental, que diferente potencial de uso del suelo, desde aquellas de muy alta fragilidad con muchas limitantes para el desarrollo urbanístico, hasta otras de menor fragilidad, que si son aptas para el desarrollo de diversas actividades urbanísticas.

El Plan Chorotega, por esas razones señaladas, no tuvo una vida extensa. Fue impugnado ante la Sala Constitucional, la cual dio la razón a quienes lo impugnaron debido a que carecía del debido sustento ambiental, empezando por una zonificación de fragilidad ambiental según lo establecido en el Decreto Ejecutivo No. 32967 – MINAE y la respectiva Viabilidad Ambiental por parte de la Secretaría Técnica Nacional Ambiental.

Zonificación de Fragilidad Ambiental: durante los años 2008 – 2009, el autor coordinó un estudio interdisciplinario para el Instituto Costarricense de Turismo, particularmente para la Comisión Interinstitucional de Marinas y Atracaderos Turísticos (CIMAT), a fin de realizar una zonificación de fragilidad ambiental, según la metodología establecida en el Decreto Ejecutivo No. 32967 – MINAE para todo el litoral Pacífico de Costa Rica, desde la frontera con Nicaragua, hasta la frontera con Panamá en Punta Burica.

La zonificación de fragilidad ambiental se realizó a una escala 1:25.000 y cubrió una franja de 5 kilómetros continentales litorales y 1 kilómetro del área marina. Este último estudio se realizó con la colaboración de un científico experto francés, especialista en zonificación marina y que acaba de realizar una importante experiencia similar en la Barrera arrecifal de Australia. El objeto de la zonificación marina, era detectar los aspectos biológicos más sensibles del tema marino, tales como sitios de anidación de tortugas, áreas de concentración de cetáceos, presencia de arrecifes coralinos, entre otros muchos elementos que fueron valorados, a fin de que la zonificación ambiental reflejara la mayor cantidad de factores y variables ambientales a tomar en cuenta. De esta manera, la zonificación de fragilidad ambiental, podría dar sustento a una verdadera y eficiente planificación de uso del suelo desde el punto de vista de desarrollo turístico e inmobiliario verdaderamente sustentable y no caótico, como lo proponía el Plan Chorotega.

La zonificación de fragilidad ambiental, para la CIMAT, tenía un objetivo más específico, cual era la zonificación de áreas aptas para el desarrollo de marinas y atracaderos turísticos, así como áreas de potencial intermedio y otras áreas, en donde por las características ambientales de la zona, no se consideraba apto el desarrollo de esas actividades.

De la metodología establecida en el Decreto Ejecutivo No. 32967 – MINAE, que establece el desarrollo de tres productos: a) Zonificación de Fragilidad Ambiental, b) Análisis de Alcance Ambiental y c) Reglamento de Zonificación y Desarrollo Sostenible; solamente se cumplió con la primera fase que, de paso, sirva señalar, que es la más importante y la que más trabajo requiere.

La CIMAT ingresó el expediente de evaluación ambiental estratégica (EAE 03 – 2009) a la SETENA y obtuvo aprobación de esta institución en el año 2009, para la primera parte (SG – DEAE – P89 – 2009). De manera que todavía están pendientes las partes b) y c) de la Metodología, pero que, para un Plan Regional, pueden ser resueltas en un tiempo más bien corto.

Reviviendo el Plan Chorotega: como podemos ver, en el caso de la provincia de Guanacaste, se presenta una importante oportunidad de corregir el error cometido con el Plan Chorotega original, y promover un Plan de Desarrollo Urbano Sustentable para la región litoral de la provincia y los distritos peninsulares (Cóbano, Paquera y Lepanto) que se sustente en una zonificación de fragilidad ambiental ya aprobada y que le dé un sólido sustento de desarrollo al Plan.

Lo que se requiere es finalizar las otras dos fases que establece la Metodología del Decreto Ejecutivo No. 32967 – MINAE y, como parte del mismo, desarrollar una zonificación de uso del suelo, que sea acorde con la zonificación de fragilidad ambiental, de manera que se garantice que solo las áreas ambientalmente aptas serán desarrolladas, mientras que las áreas con más fragilidad ambiental, serán dedicadas a un desarrollo más condicionado o bien, a ningún desarrollo dada su condición ambiental.

La oportunidad de “revivir” el Plan Chorotega, con un debido sustento ambiental, se debe ver, no solo como una oportunidad de negocios para los propietarios de terrenos o en su defecto a los inversionistas, el objetivo debe ser promover el desarrollo sustentable de la región, incluyendo a sus comunidades, de forma tal que la inversión y desarrollo en la zona, por medio del Plan, se transforme en oportunidades de empleo y de mejora de la calidad de vida de la población en general.

Modelo de desarrollo turístico: como parte de la reformulación de la propuesta del Plan Regional, preferiblemente, dentro del marco de una Evaluación Ambiental Estratégica (EAE), basado en los principios de transparencia, información y participación, el mismo debe integrar el modelo de desarrollo turístico que desea implementar. A este respecto, la experiencia de los hoteles Riu, a criterio del autor, debería ser tomada en cuenta, como base de un modelo perfectible, pero que tiene mucho de positivo y que debería ser utilizado para las zonas de fragilidad ambiental de litoral guanacasteco o peninsular que tengan las condiciones para albergar desarrollos hoteleros de este tipo.

Los Hoteles Riu dan empleo a más de 1.200 personas de forma directa y generan empleo a más de 3.000 de forma indirecta. Además, implementan una gestión ambiental bastante satisfactoria y han logrado insertarse al modelo ambiental de nuestro país de forma muy exitosa, dedicando cerca del 70 % de su propiedad privada como área de protección ambiental.

Al igual que este tipo de proyectos hay otros que pueden servir de base, para fijar los lineamientos al Plan Chorotega versión 2.0, con la dimensión ambiental integrada, a fin de promover en Guanacaste y la región peninsular, un rápido y acelerado impulso al desarrollo socioeconómico sustentable de la zona. Algo que urge impulsar en el menor plazo posible. Tienen las palabras nuestras autoridades gubernamentales.

Sobre el autor del artículo

Allan Astorga Gättgens, Profesor UCR
Cédula: 302520451

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