La mañana de este domingo la Asamblea Nacional del partido Unidad Social Cristiana ratificó al sancarleño Juan Carlos Hidalgo Bogantes como su candidato a la presidencia de la República.
Durante el acto frente a los asambleístas, Hidalgo señaló que está convencido que el próximo año los socialcristianos volverán a gobernar Costa Rica.
Indicó que es consciente que hoy, cambiar de gobierno ya no genera la misma ilusión de antes y por ende presenta un proyecto político hecho con la cabeza, el corazón y con el sentido común de la política.
"Tenemos un plan de gobierno basado con una visión de primer mundo, basado en ideas inteligentes, no en ocurrencias o resentimientos", dijo.
Enfatizó que de llegar a Zapote el próximo 8 de mayo, volverá a la "política normal", una política que según señaló estará enfocada en construir acuerdos para beneficio del país y con el respeto como eje central.
Hidalgo mencionó que "el enemigo no está afuera, está adentro, en la casa" y se llama odio, división y es como un virus "dañino y peligroso".
"En todas las familias hay diferencias, pero esas diferencias nunca rompen la familia. Nos enseñan, nos hacen crecer juntos. El problema es que hoy nos han querido convencer de que pelear es gobernar, que dividir es estrategia y eso costarricenses, no es normal, el insulto, el grito, el señalamiento, la bronca, eso no es Costa Rica", sentenció.
Durante el discurso detalló que, si bien el respeto debe prevalecer, también está harto de los "liderazgos añejos" en la Asamblea Legislativa que bloquean todo y no dejan avanzar al país y está dispuesto a emprender una lucha de grandes reformas que el país necesita en instituciones.
Dijo que el actual gobierno desperdició una gran oportunidad para construir y, por el contrario, "se dedicaron a destruir". Hizo referencia al retiro de la PCD de puertos y fronteras y el "convertir a Costa Rica en un punto clave para la exportación de cocaína a Europa", entre otros.
"Nunca jamás le hubiéramos prendido fuego a nuestro propio país con tal de gobernar sobre las cenizas", puntualizó.
Su mensaje concluyó con un compromiso a gobernar con honestidad, manos limpias y a respetar la institucionalidad, pero a reformarla.
