Probablemente, el nombre Marisa Srus Feris no le suene nada conocido, pero si le hablamos de la Hermana Marisa, puede que ya conozca de quien es esta historia.
Desde hace 35 años, la Hermana Marisa lidera un proyecto que atiende, integralmente, a los jóvenes de toda la Zona Norte. Proasojoven, es el nombre de la asociación que, por la gracia de Dios y ayudas voluntarias, atiende en formación integral y prevención a jóvenes de prácticamente, todos los colegios y ahora escuelas.
Cada año, 12 mil estudiantes reciben los talleres en sus propios centros educativos, a los que llegan los 6 facilitadores de la asociación que además trabajan con cursos, convivencias, semanas de la juventud, retiros y hasta jornadas de estudio.
Solo este año, suman 400 talleres en colegios de toda la Zona Norte, no importa de cuál rincón sean pero ahí llegan. En bus, en ride o a pie, pero llegan.
Cada grupo de cada colegio, recibe un día de taller. No importa donde esté ese colegio.
La más grande limitación es la parte económica. La asociación requiere de ₡5 millones cada mes para sufragar sus gastos y viven solo de la ayuda de cerca de 100 colaboradores que mes a mes, aportan dinero.
"Uno de los grandes fines de la asociación es tratar de darles formación, prevención, y es muy difícil por que el país todavía no hay esa visión. Países que han apostado a esto, hoy están cerrando cárceles y aquí más bien hay que ampliarlas y ese no es el camino, el camino es prevenir y se invierte menos en prevención y se consiguen mayores logros pero aquí no hay esa cultura", explicó la Hermana.
Tuvieron acercamientos con entidades del Estado que terminaron en ilusiones muertas, pero un convenio con el CATIE de Turrialba, ya les permitió sistematizas las experiencias de la asociación de la mano de estudiantes de Maestría en Prácticas del Desarrollo.
Orígenes
Desde 1990 la asociación está constituida como tal, pero el trabajo de la Hermana Marisa inició hace 35 años cuando formó el primer grupo de jóvenes, hoy profesionales líderes.
Luego de actividades pastorales y hasta luchas sociales, el grupo dejó de ser joven y debía terminar su ciclo, pero no quedó ahí. Quisieron ampliar su formación a otros jóvenes y así empezó a germinar la semilla cuyos frutos son incontables ya.
"Es una formación donde lo primordial es el conocimiento de la persona, quién soy yo, mis cualidades, mis limitaciones, cómo aprendo a trabajar en equipo, quiénes son los demás, cómo aprendo a respetar, quién es Dios, el entorno y cuando este grupo terminó lo que dijeron fue: esto ha sido tan bueno para nosotros que nosotros queremos que sea bueno para los demás y así se formó la asociación", contó.
La falta de un financiamiento estable no les da la tranquilidad que requieren. Incluso ya tuvieron que reducir personal, y de 11 facilitadores pasaron a 6 y en algunos casos no pueden atender solicitudes de formación en los centros educativos, por falta de dinero.
"Hay que estar haciendo actividades, hay que estar buscando recursos, es una situación bastante desgastante, tremendamente. Este año hicimos una rifa de un terreno y con eso estábamos viviendo pero ya se nos acabó por que lo que nos entra, gracias a ayudas, no cubre ni la sexta parte de lo que necesitamos".
Es por esto, que una vez más apelan a la solidaridad de los sancarleños y vecinos de la Zona Norte. Un bingo es la tabla de salvación de este grupo, que debe seguir trabajando.
La actividad es este domingo 20 de octubre en las instalaciones de la Feria del Agricultor en Ciudad Quesada, 200 metros oeste de la Terminal de Buses, a la 1 de la tarde. El valor del cartón es de ₡2.500 y la lista de premios incluye electrodomésticos, canastas y muchas sorpresas. Además hay venta de comidas y entretenimiento.
"Yo se con esto del bingo, si nos va muy bien, si se vende mucha comida, podemos subsistir un mes o mes y medio y después a ver qué hacemos", dijo la Hermana.
Ella sabe que si se hubiera dedicado a atender a otras poblaciones, quizá con vulnerabilidad social, hubiera sido más fácil. Atender jóvenes y prevenir males sociales es difícil por que no hay recursos estatales para ello pero no desiste.
Su fe, es más fuerte que todo y mantiene en pie una estructura ya que parece inquebrantable gracias la providencia.
Sus creencias Franciscanas la obligan a no preocuparse por nada más que ayudar a otros. Por mantener viva la idea de que un joven intervenido integralmente, puede ser un mal menos para la sociedad.
Desde 1981 no es parte de Congregación Fransiscana pero hizo votos privados por que entendió que podía servir a Dios de otra manera y vaya que lo logró. Ahora solo pide una mano, una ayuda para que su servicio esté vivo mientra ella viva.
