Era 21 de agosto de 1989. El querido fotógrafo sancarleño, Toñito Ruíz, ingresó a la Laguna Arenal cerca de las cinco de la tarde.
Ya sumaba 8 meses de intentarlo y ese día ocurrió a las 11:00 p.m. El lente de Toñito capturó lo que, para él, hoy la mejor foto de su vida, incluso debajo de mucha lluvia, en medio de maleza sentado en la arena.
Es el volcán Arenal en una erupción total. Ese día llevaba 6 horas en una lancha a unos 20 kilómetros del cráter y sabía que lo había logrado, pero, siempre con la incertidumbre de descubrir qué salía en el revelado.
"Fue una erupción que duró unos 5 o 6 minutos y de exposición tiene entre 8 y 10 minutos con una película 400 asa, con un lente 50 milímetros y una cámara Cannon, más o menos a unos 20 kilómetros de distancia", recuerda Toñito.
Asegura que, en toda su carrera, esta es su mejor foto. No solo por la imagen sino además porque le dio la vuelta al mundo.
"No es porque yo la haya tomado, pero creo que es la mejor foto nocturna que se ha podido lograr, fue una foto que llevó mucho tiempo para poderla lograr", dice.
Una vez, de paseo, sus ojos vieron esa misma erupción y fue cuando decidió que quería retratarla. Dos veces por semana durante esos 8 meses visitó la zona, pero las erupciones no eran tan impresionantes para su lente.
Desafió serpientes en la montaña, llevó frío, pero mantenía intacta su misión.
Esta foto fue la que hizo que muchos turistas extranjeros llegaran a La Fortuna a ver aquel espectáculo que ya se lucía hasta en tarjetas postales que recorrían decenas de países por correo.
La misma foto se lucía en los lobbies de los hoteles más concurridos del distrito, en cualquier exposición era la más admirada.
Luego de esa imagen, fotógrafos y camarógrafos de medios de comunicación del país lo buscaban para que los guiara al punto exacto donde capturó la imagen, pero, ya nadie puedo lograr algo parecido.