La Huella del Futuro inicia con la siembra de 500 árboles en Muelle

Con la firma por parte de dos unidades ejecutoras, este miércoles arrancó en San Carlos el proyecto, la Huella del Futuro.

Esta, es una iniciativa público-privada que concluye con la siembra de 200.000 árboles para la restauración forestal de más de 2.300 hectáreas en toda la zona norte.

Una de esas unidades ejecutoras, es la Fundación Abuela Ecológica que, inicia con la siembra de 500 de estos árboles un un corredor forestal en Muelle de San Carlos.

"Vamos a ser las primeras en sembrar estos 500 primeros árboles que fueron donados por la empresa por la Constructora Herrera. La participación de nosotros es generar reforestaciones y más adelante cuando haya fondos, generar empleo", comentó Laura Alfaro, directora de la fundación.

El proyecto, es a 18 meses plazo y es parte de la celebración del bicentenario de nuestro país.

En total, hay una inversión de 2.3 millones de euros que provienen de la Unión Europea y el Ministerio del Medio Ambiente de Alemania a través del Fondo de Desarrollo Verde para la región SICA.

De estos fondos, se benefician productores y productoras individuales, que participarán en los esquemas de pagos para el establecimiento de los sistemas agroforestales y silvopastoriles, reconocimiento de los servicios ambientales de protección de bosques en sus parcelas o fincas. 

De igual manera, grupos organizados de mujeres y jóvenes en el desarrollo de proyectos productivos y de conservación ambiental financiados a través de los fondos concursables.

La actividad de lanzamiento del proyecto tuvo lugar este miércoles en Ciudad Quesada, con la participación, entre otros, la vicepresidenta de la República y coordinadora de la Región Huetar Norte, Epsy Campbell; el viceministro de Ambiente, Franklin Paniagua; el director general del SINAC; el director de FONAFIFO, Jorge Mario Rodríguez y la Embajadora de la Unión Europea en Costa Rica, Antonia Calvo.

El fin del proyecto, es la restauración de paisajes degradados y la reducción a la vulnerabilidad al cambio climático a lo largo de 2.300 hectáreas en comunidades de la Región Huetar Norte del país. 

La restauración de ecosistemas y paisajes asegura importantes servicios ecosistémicos para la población y fortalece la resiliencia ante los efectos del cambio climático.

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