"Qué contentera, todo el mundo está realizado por que ya vemos que va caminando la cosa, ya se ve gente que anda trabajando, que se están moviendo, se ve más intención".
Doña Nery Segura es de una de las habitantes de Crucitas de Cutris y la felicidad no le cabe en el pecho. ¡Todo el pueblo está igual!
La felicidad tiene fundamento en algo muy básico: poder abrir un tubo y, recibir agua potable al fin.
Atrás quedan los pozos artesanales, sacar agua de dónde no hay y, llenar baldes con el líquido que aún, les lleva el AyA.
"Estamos contentísimos, esto creemos que ya es una realidad y sabemos que no va a ser de la noche a la mañana pero nos dicen que puede durar un año y medio", añadió la vecina.
El gobierno anunció la construcción de un acueducto para abastecer de agua potable a El Roble, Crucitas, Chamorro, Chorreras, Jocote y Llano Verde. Las 6 comunidades que tuvieron afectación con mercurio en sus fuentes de agua.
El AyA invertirá ¢7000 millones para el proyecto que consiste en ampliar la cobertura del acueducto de Santa Rosa de Pocosol.
El proyecto será en tres etapas, iniciando con la construcción de un tanque y 3.5 kilómetros de tubería seguido de la construcción de 61 kilómetros de tubería adicionales que trasladará el agua hasta las comunidades.
Por último, se construirán 46 kilómetros de tuberías para distribuir el agua dentro de las comunidades, por lo que es necesario una estación de bombeo y un tanque de almacenamiento de agua adicional.
“Vamos a construir más de 100 kilómetros de tubería en tiempo récord, finalizando obras a inicio de 2026” expresó Juan Manuel Quesada, presidente del AYA.
La Municipalidad de San Carlos será la ejecutora del proyecto, con fondos estatales.