"Una noche, una pareja viajaba en su vehículo cuando a lo lejos observaron una mujer que agitaba sus manos frenéticamente.
La esposa le dijo a su marido que siguiera conduciendo ya que podría ser muy peligroso, pero el esposo decidió pasar despacio para no quedarse con la duda de que pudo haber ocurrido, y los riesgos de que alguien estuviese lastimado. Cuando estaban cerca, notaron una mujer con heridas y moretones en su rostro así como en sus brazos. Ellos decidieron detenerse y averiguar cómo podían ayudar.
La mujer herida les rogó por ayuda diciéndoles que ella había tenido un accidente de tránsito, y que su esposo e hijo, un bebito recién nacido, aún se encontraban dentro del vehículo que se encontraba en una zanja profunda. Ella les dijo que ya su esposo estaba muerto, pero el bebé parecía estar vivo.
El hombre decidió bajar e intentar rescatar el bebé, y le pidió a la mujer herida que se quedara con su esposa dentro del vehículo. Cuando el hombre llegó al fondo, notó dos personas en los asientos delanteros pero no le prestó importancia y sacó al bebé rápidamente, para luego subir y dárselo a su madre. Una vez arriba, él no vio a la madre por ningún lado así que le pregunto a su mujer que donde se había ido. Ella le respondió que la mujer lo siguió de regreso al vehículo accidentado.
Cuando el esposo regresó a buscarla, notó claramente que la pareja en los asientos delanteros estaba muerta, y uno de ellos era indiscutiblemente la mujer que les pidió auxilio".
Esta es solo una, de las tantas leyendas que cruzan el puente sobre el río La Vieja y está impresa en El Amor de una Madre, cuyo autor es desconocido.
Y es que lo que es el puente que anuncia la entrada o la salida a San Carlos, guarda en sus entrañas datos que sin duda, son parte de su historia.
El puente de viejo fue escenario de muchos accidentes vehiculares y de múltiples suicidios. Debido a todas estas tragedias, se inventaron leyendas de avistamientos de luces de muertos, de mujeres vestidas de novia, entre otros.
El primer puente, a una vía, data de la década de los 40 y sus accesos tan limitados eran un dolor de cabeza para muchos conductores, sobre todo para camioneros.
"Además, fueron varios los accidentes mortales que se presentaron en el sitio lo que ayudaba a generar más temor entre la población, esto sirvió de motivación para que algunas personas se aprovecharan para inventar y divulgar historias de avistamientos de espíritus, de mujeres con trajes de novia buscando a su pareja, de autos fantasmas que perseguían con sus luces encendidas a los viajeros que iban en esta ruta y que al llegar al puente desaparecían", reseñó el profesor Elio Omodeo.
Tanto por lo peligroso que era paso como, por todas esas historias de miedo y leyendas es que muchos sancarleños acostumbraban persignarse al entrar al puente. Otras personas recuerdan que esa costumbre obedece a la devoción en la imagen de Jesucristo que estaba en la zona.