La sancarleña que acoge menores abusados/abandonados en USA y adoptó 2

Hace 18 años Silvia, salió de su querido y amado San Carlos rumbo a Estados Unidos: un año de Inglés, ahorrar un poco de plata y regresar a su vida costarricense.

Lo que no sabía es que, la vida le tenía preparada una de esas sorpresas que, solo quienes las viven pueden creerlo.

Silvia Montenegro Hidalgo, tiene hoy 36 años y todo cúmulo de experiencias que en un día como el 8 de marzo, sensibilizan la piel a más no poder.

Estando en Florida, ella decidió terminar sus estudios universitarios allá y de ahí empieza la historia.

"Estuve como residente por muchos años y en Enero del 2018 me convertí en ciudadana. Estuve casada por un tiempo, del 2006 al 2011, y desde ahí he estado soltera.En 2015 pude comprar mi casa y el 2016 pude iniciar mi labor como casa cuna", contó.

Casa Cuna, es un programa estatal de los Estados Unidos,que busca ubicar en familias temporales menores de la calle, abusados o abandonados.

Silvia decidió que, aunque no tuviera hijos propios, podía acoger a los de otras personas, pero más que eso podía dar amor a pequeños que verdaderamente lo necesitaran.

"Hace varios años en mi necesidad de crecer en la fe y en mi relación con Dios, El puso en mi corazón la misión de cuidar por los niños huérfanos. Aquí eso se llama “Foster Care”: uno se inscribe, completa el papeleo, arregla la casa de manera que satisfaga la inspección del departamento de Salud, elige la edad deseada de el niñ@(s) que desea cuidar y el departamento le extiende a la persona una licencia por un año. El proceso de sacar esa licencia puede tardarse varios meses, en mi caso dure 6 meses lo cual incluyo pintar un cuarto y armar cuna, etc porque yo tenía la intención de cuidar un bebé". dijo.

Si alguien conoce un adagio que reza: "Uno pone y Dios dispone", es ella.

Silvia tenía la intención de estar en el programa solo por un año y con un bebé, pero la vida dio tantas vueltas que va por su tercer año y vio a 8 niños.

"Yo sentía que ponerme en capacidad de madre soltera, teniendo toda mi familia en otro país, trabajando a tiempo completo y con recursos modestos, un bebé era más que suficiente. Pero uno pone y Dios dispone.Ya estoy en mi tercer año y he tenido 8 niños en total. El año pasado tuve 5 niños por casi 5 meses y actualmente tengo 4 (estos 4 los he tenido por bastante tiempo, los “4 Fantásticos” que están por todo lado en mi Facebook)", agregó.

Silvia tiene hoy a 4 pequeños, dos son sus hijos legales y dos más deberán regresar con sus padres pronto. Foto: cortesía.

Gracias a esto, Silvia tuvo algo más que siquiera pensó antes: convertirse en mamá.

2 de esos 4 fantásticos ya son hijos legales, pudo adoptarlos.

"Dcarri y Javarri han estado conmigo desde Setiembre del 2016. Por la gracia de Dios nos pudimos convertir en una familia oficial en Setiembre del 2018, cuando finalizamos nuestro proceso de adopción. Le digo “NUESTRO” porque ellos me adoptaron a mi como mamá al igual que yo los adopte a ellos como mis hijos. Cuando yo me involucre en esto no tenía ningún plan de adopción: siempre pensé que en algún momento me iba a casar otra vez y que iba a tener la experiencia de embarazo y parto. Aunque yo no pueda ver las facciones de los Montenegro en la cara de mis hijos, puedo ver las facciones de Dios y el regalo tan grande que Él me ha dado: no solo en hacerme mamá, pero también en haberme hecho crecer en fe, valentía y coraje durante este proceso", contó.

Actualmente tiene 4 hijos: dos son legalmente suyos y dos están bajo la autoridad del Estado. A los 4 los quiere igual y lo que la gente le dice es “yo no podría hacer eso porque si los tengo que devolver me muero”.

Y es que, esta es la parte triste de la historia. El Estado da un plan de seguimiento y un período de tiempo a los padres biológicos de los menores, si no cumplen los pequeños son dados en adopción y si cumplen, les devuelven los menores.

"Ya he devuelto a varios y si, sentí que me iba a morir. Pero lo que he aprendido es que mis sentimientos o mi miedo no hacen desaparecer la triste realidad que tantos niños en mi comunidad viven: necesidad de un hogar seguro y necesidad de amor. Yo no tengo mucho que darles, sobre todo a 4 al mismo tiempo. Pero Dios no llama a los equipados, El equipa a los llamados".

En setiembre de 2018, el Estado le dio en adopción a Dcarri de 5 años (derecha) y a Javarri de 3 años (izquierda). Foto: cortesía.

Asegura que no es momento de "cerrar el chinamo", pero está pronta a devolver a los dos pequeños que están bajo su custodia y después de eso llega lo esperado: viajar a su querido San Carlos.

"Quiero llevar a mis dos Montenegritos a Ciudad Quesada a comer tamales y ponerlos a caminar hasta Colón. Pero quiero criarlos a ellos con el corazón abierto al prójimo y a las necesidades de nuestra comunidad y ahora como familia, continuar proveyendo un hogar seguro a los niños que lo necesiten.Todos tenemos algo que podemos compartir: nuestros recursos, nuestros talentos, nuestro tiempo", dijo.

Y es así, como de pronto una mujer cambió todo en su vida, todo para brillar en la vida de otros.

"Mi estatus marital, mi estatus económico, mi “exilio” voluntario fuera de mi país y lejos de mi familia no han sido impedimento para poder alcanzar una vida llena de propósito. Estoy viva a propósito y para un propósito. Y llena de estrés y de obligaciones y nunca me alcanza el tiempo para nada, y he subido como 60 libras de peso en estos últimos años y estoy más solterona que nunca. Pero cuando uno ve para atrás nunca recuerda esas cosas, lo que uno recuerda es lo bonito y lo gratificante", concluyó.

Dcarri Elias Montenegro tiene 5 años y Javarri Samuel Montenegro 3, como su misma mamá dice a modo de broma: de pronto oscurecieron el árbol genealógico pero aún tienen que entender que sin duda, han sido lo mejor que le pasó a una familia entera en Barrio San Martín de Ciudad Quesada.

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