Sin duda, lo de ella es herencia pura. Ese amor por la naturaleza lo respira desde muy niña por que, lo vio en la mujer que más admira: su madre.
Laura Alfaro González es una férrea defensora del medio ambiente en San Carlos e incluso, más allá; en otros cantones de la Zona Norte. Tiene 51 años y desde muy pequeña, la trasladaron a Ciudad Quesada cuando tenía 5 años y, desde hace 10 años, adoptó la lucha a favor del medio ambiente.
Asumió un sueño de su madre y hoy es la directora de la Fundación Abuela Ecológica. Era la compañera fiel de doña Bertalia González en sus jornadas, en sus locuras y en su pasión por conservar la naturaleza y asegurar alimento a futuro, a las especies silvestres.
Era una señora que a los 78 años empezó un proyecto ambiental que no le dio tiempo de terminar de formar pues falleció pero, para eso estaba Laura, para acompañarla y seguir el legado.
"Ambas compartíamos esa pasión por cuidar el entorno y eso nos hacía inseparables en las actividades de recolección de semillas, la creación de árboles y las reforestaciones", recordó Laura.
Laura se puso las botas y empezó a palear para sacar adelante ese proyecto que hoy, es referencia a nivel nacional.
La misma pasión ya la heredó su hija María Fernanda Murillo quien ahora, asume el papel que Laura tenía con su abuela pues la intención, es mantener vivo ese legado.
El día a día de Laura es muy diferente al de muchas personas. Su oficina es un espacio abierto con más de 10 mil árboles de distintas especies. La Fundación logró abrir el vivero que siempre soñó doña Bertalia, en un espacio municipal.
"Desde hace 4 años hasta la actualidad, la labor de la Fundación se concentra desde su principal punto operativo que es el vivero de Ciudad Quesada, que está en terreno municipal y donde se reciben estudiantes que estén cursando su Trabajo Comunal Universitario, además, se da educación ambiental y se concientiza para que esos estudiantes puedan seguir este ejemplo de protección al Medio Ambiente", comentó.
Antes, la sala de la casa de la familia estaba llena de tarros con semillas en germinación y el patio, abarrotado de arbolitos en crecimiento.
La pasión es sin duda uno de los grandes impulsores de esta guerrera ambiental que, pese a adversidades económicas no se arruga. Hay días que no hay ni para pagar los recibos pero, la sonrisa y la ilusión no se apagan con solo pensar en una nueva jornada de reforestación.
La Fundación, liderada por Laura, puede llegar a generar hasta 3 reforestaciones por mes, en distintos sectores que suman hasta 500 árboles mensualmente y con ayuda de voluntariado y el apoyo de organizaciones que se han sumado.
Para todo esto, el trabajo ha sido arduo pues requiere de constante capacitación para que la misión, sea efectiva.
"Nos hemos capacitado todos estos años en el tema de bioinsumos, restauración de bosques, un poquito de dendrología, estamos también muy cerca de CODEFORSA y hay muchos aliados nuevos que han llegado y nos están capacitando siempre", añadió.
Además de ser directora y fundadora de la Fundación Abuela Ecológica, Laura Alfaro también pertenece al Consejo Territorial de Desarrollo Rural en el eje ambiental, y es delegada Nacional y Vocera Regional del Foro Nacional de Mujeres Rurales.