Doña Alba Alfaro Soto quedará en el corazón de todos los sancarleños y más en los que le agradecen la visión de, en 1957 empezar a rescatar animales.
Este jueves, doña Alba falleció a sus 84 años pero su legado, será eterno y queda plasmado en las 14 hectáreas de su propiedad que, convirtió en un enorme centro de rescate animal.
Según contaron familiares a SCD, doña Alba empezó a recibir los animales que encontraban los peones en la la finca, Hacienda La Marina.
"Los cuidaba, los alimentaba y si podían valerse por sí solos los liberaba, si no los mantenían en la finca para cuidarlos", contaron.
Luego, los pobladores de La Marina, la policía y hasta el MINAE empezaron a llevarle todo tipo de animal que encontraban en vías públicas.
En el 90, decidió abrir al público su finca y con todos los permisos necesarios permitir que las personas vieran los animales en su estado natural.
Desde hace algunos años, ella se retiró y dejó en manos de su nieto Juan José Rojas Alfaro, la administración del centro.
"Nos queda este legado que vamos a mantener como lo hemos hecho a pesar de tantas circunstancias tan difíciles", concluyeron sus familiares.