El tamal mudo es uno de los platillos más tradicionales de la Semana Santa en los hogares costarricenses.
Durante esta temporada, las familias se reúnen en tardes de café y el tamal es unas de las estrellas de la mesa.
Este, es el tamal más ancestral según expertos culinarios y su origen está relacionado con la llegada de los españoles, quienes en la Semana Santa se abstenían de comer carne hasta el domingo de Resurrección.
Por lo tanto, para esa fiesta no se podía consumir los tamales rellenos de carne de cerdo, de pollo, pescado y mariscos, sino en algunos casos se rellenaba la masa con trozos de zanahorias, papas, chile dulce y chayote; granos como arvejas y garbanzos e hierbas aromáticas especialmente no faltaba el culantro.
"Los costarricenses en su gran mayoría son católicos y conservan las tradiciones en las celebraciones, especialmente con las comidas", cita la página Recetas de Costa Rica.
Algunos lo rellenan solo con frijoles, otros agregan papa y hasta huevo duro.
No importan cómo lo prepare cada gusto familiar, al final es una de las tradiciones más esperadas de esta temporada.