La mañana del 29 de julio de 1968, una violenta erupción cambió el paisaje y la vida de cientos de familias en La Fortuna y alrededores. El Arenal, que hasta ese momento se creía inactivo, hizo erupción sin aviso y arrasó con comunidades enteras.
A 57 años de ese evento, imágenes del lente de Olger Aragón, mejor conocido en La Fortuna como Koky, retratan la fuerza del coloso y la transformación del paisaje.
Un testimonio visual que, con el paso del tiempo, también se abrió al desarrollo turístico de ese distrito.
"La mayoría de la gente me conoce como Koki el fotógrafo, yo llegué a La Fortuna cuando tenía 3 años. Ya joven trabajando en veterinaria mandé a comprar dos cámaras e inició esta pasión por la fotografía, nunca me cansaré de hacerle fotos a este volcán hasta el último momento, cada disparo fue un pulso del volcán", contó a este medio.
A continuación, podrá leer un relato que don Olger recuerda previo a tomar cada fotografía.
"Esta fue exactamente dentro de las instalaciones de Tabacón, esa noche no iba de fotógrafo, iba a bañarme, pero empecé a ver el volcán activo y dije aquí no se puede perder la oportunidad, es una fotografía de larga exposición".
"Esa foto fue número 1 en ventas, me llamaba la atención porque era como tener ese león rugiente encima, el volcán está encima del pueblo, de la gente, había que levantar la cabeza y ver hacia arriba para ver esas erupciones que se levantaban, la vista impactaba mucho", relató.
Según contó a este medio, entre 1993 hasta el 2000 logró vender 100 mil postales por año de las diferentes fotografías que logró captar.
"Si, daba miedo estar frente a este coloso, cuando descargaba su furia, ya habían muerto casi un centenar de vecinos en la década de los 60", recuerda Koky.
En el pasado, al coloso se le llamaba con otros nombres como Los Ahogados, volcán de Costarica, volcán del Río Frío, cerro Arenal, Pan de Azúcar, volcán de los Canastes o Pelón.
"Estar allí a la hora de la erupción era solo para mí, absolutamente nadie más con otra cámara", rememora don Koky.
"Esta fotografía fue captada a las 2 de la mañana, vino una delegación de la Revista National Geographic y me ofrecía pagar por ella y pues claro, se las vendí", cuenta don Olger.
"Esta foto fue capturada en los 90 cuando aún no era parque Nacional. y todos entrábamos libremente por el costado oeste del Arenal", relata Koky.
La intención de don Olger es poder dejar un legado de esos momentos únicos del volcán, hasta piensa en una especie de museo para conservar esas imágenes que marcaron una época.
Al volcán Arenal lo catalogan como el más peligroso de Costa Rica en cuanto a potencial de hacer daño, de acuerdo con el vulcanólogo Guillermo Alvarado Induni, investigador de la Red Sismológica Nacional (UCR-ICE).
El nombre Arenal surge porque que sus lavas y productos explosivos (piroclastos) se desintegran al caer al suelo y originan arenas.
Aunque el Arenal dejó de latir con furia desde 2010 don Olger aún vive con cámara en mano, tiene su propio foto estudio, realiza fotografías de bodas y no pierde de la fe de que, en algún momento, el coloso le vuelva a permitir captar una erupción.