Dicen que en lo simple está lo mejor de la vida y esto, lo entienden muy bien los menonitas.
A dos kilómetros del centro de Santa Rita de Río Cuarto hay un pequeño pueblo donde sobresale la Iglesia Menonita La Estrella. En ese pueblito habitan al menos 15 familias que son parte de la congregación.
Algunos son origen estadounidense, suizo, alemán, canadiense y holandés o bien, una combinación y desde 1968 llegaron a esta región.
Se describen a sí mismos como caseros, amantes de la naturaleza y sencillos.
Uno de ellos es don George Dueck quien llegó a este lugar desde 1977 junto a su familia y aquí formó la suya junto a su esposa y 7 hijos.
Muchos los conocen como los vecinos que cosechan lo que consumen, se mantienen sin acceso a la televisión, el radio, labran la tierra, sencillos y modestos.
Aunque la mayoría de esas características sigue siendo parte de su diario vivir, el paso del tiempo también les permite evolucionar. Avanzar con el reto de la tecnología es para alguno de ellos, una realidad.
Si bien, la enorme mayoría se mantiene lejos de la tecnología, redes sociales y hasta teléfonos celulares algunos otros se apuntan con un "uso responsable".
Según su creencia estos "aparatos" solo aportan negatividad y distraen de los principios que son parte de la congregación.
"Esto no es ningún secreto para nadie, aún las redes sociales han hecho un daño muy grande que es ponerle barrera a la comunicación de los seres humanos y para uno eso tiene un valor muy alto", contó don George.
Visión empresarial
Aunque siempre destacó como que el hombre sale a trabajar la tierra y la mujer se queda en casa con la cocina y los hijos; esto también empieza a evolucionar.
En el mismo pueblo está "Cafetería Las Machas", el nombre hace alusión a las 5 hijas mujeres de don George quienes siempre soñaron con algo propio y desde hace dos meses abrieron este local.
Aquí venden el pan que prepara su familia, como es habitual, y además expanden sus servicios a desayunos
Una de ellas es Tanya Dueck Hershberger quien con 26 años lidera la cafetería pero siempre, bajo las enseñanzas que profesan.
"Desde chiquititas nos enseñan a lavar, a limpiar, cocinar y coser. Para uno es muy bueno todo esto porque aprende y considero que es un estilo de vida que nos gusta y que disfrutamos", nos dijo.
Simplicidad
Entre sus reglas de vida está vivir con modestia; por ello su forma de vestir debe ser sencilla.
Los hombres usan pantalones y camisas simples, incluso ya incorporaron la mezclilla. Las mujeres deben llevar vestido hasta los tobillos sin hechuras llamativas; aunque los colores de las telas no están establecidos suelen ser rosadas, verde, blancas y otros tonos pastel. Ellas mismas confeccionan sus prendas
También deben utilizar, por ley, un velo como lo establece la Biblia. Las niñas empiezan a utilizarlo desde los 7 años.
Bajo el fuerte bochorno de las 2:30 p.m. en ese lugar un sábado, la plaza frente a la Iglesia estaba repleta de niños y niñas. Nuestra visita coincidió con una actividad comunal que los menonitas de Santa Rita hace cada quince días.
Son varias horas entre mensajes de fe, lecturas, cantos y juegos; todo como parte de la labor y el aporte social que hace el grupo al pueblo.
"Nuestra Iglesia tiene varios ya haciendo esto y lo hacemos con la intención de que puedan entender quién es Dios, queremos que sea algo que les de formación para que puedan tomar decisiones", comentó Michael Yodder, encargado de la actividad.
En la actividad participan todos los menores del pueblo aunque, no sean menonitas. Al terminar, un bus de la congregación los lleva casa por casa.
En ese mismo terreno está la Iglesia, el salón de actividad y la escuela a la que asisten los niños y niñas menonitas.
Los menonitas deben casarse con miembros de su misma religión. Aceptan cónyuges de otras religiones solo si se convierten.
Según los reportes en el país hay al menos, 5 mil menonitas. 650 de ellos viven en San Carlos y otra gran parte se distribuyen en otras regiones de la Zona Norte como Río Cuarto, Upala y Guatuso.
