Poco más de cinco metros es lo que se ha movido la zona de la que se desprendieron 40 hectáreas de terreno, en julio de 2023.
Este es uno de los hallazgos que hizo el sismólogo Esteban Chaves del OVSICORI y quien 10 meses después de ese evento, instaló estaciones sismológicas para dar inicio a un estudio en la zona. Específicamente instaló los aparatos en la corona del deslizamiento y a lo largo del flanco noreste del deslizamiento dentro del Parque Nacional del Agua, Juan Castro Blanco.
Durante poco más de un mes, los instrumentos estuvieron registrando todos los movimientos que luego, dieron base a un informe de datos recolectados.
"Existe un movimiento a lo largo de una masa inestable que es la base del deslizamiento, hay confirmación sísmica de que el proceso se está dando y esta información contrasta muy bien con lo que se puede ver en el campo", detalló el experto.
Chaves destacó que, tras visitas al sitio, pudo encontrar grietas grandes con diámetros de hasta un metro, en el sendero que comunica pozo verde con pozo seco y en la corona.
"También se ven deslizamientos frescos en la parte superior y toda la actividad sísmica que estamos viendo, se concentra entre pozo verde y pozo seco y a lo largo de la corona también hay actividad importante", señaló.
El experto además apuntó que el movimiento de la masa es muy acelerado, al punto de que en poco más de un año suma 5 metros. A partir de ahí, empezarán a trabajar en precisar cuáles partes se han movido más.
Riesgo inminente
"El riesgo es que va a ocurrir un deslizamiento, eso es claro. Eso va a caer en la zona que ya está vacía, donde cayó el primer deslizamiento entonces el potencial para que genere los mismos efectos que en 2023 es, ligeramente menor, porque ya tenemos un espacio donde el material se puede sedimentar", puntualizó Chaves.
Sin embargo, tal y como ocurrió el año anterior, mucho material podría bajar por la cuenca del río Aguas Zarcas por un tema de lluvias y esto, podría repetir. Es una probabilidad.
¿Cómo podría ocurrir este deslizamiento? Bien podrían ser varios deslizamientos pequeños o uno similar al que ya ocurrió.
"No sabemos cuándo va a ocurrir porque hay muchos factores que pueden controlar esto como lluvias o temblores entre otras variables naturales. No sabemos cuándo, pero habrá un deslizamiento", apuntó.
¿Podría desaparecer la Montaña Sagrada?
"No, no es tan drástico; ocuparíamos cientos de años para que eso ocurra asumiendo que sigan los movimientos progresivos. Van a ocurrir pequeños deslizamientos, pero no se va a caer la montaña completa, al menos no en nuestro tiempo de vida", respondió el experto.
Tampoco desaparecerían puntos emblemáticos como Pozo Verde aún, siendo en este momento la zona más vulnerable a caída de material.
Luego de estos hallazgos, en setiembre el OVSICORI espera instalar una estación sismológica en tiempo real, semipermanente, entre el mirador y Pozo Verde. Esto permitirá observar incrementos en la sismicidad, la formación de tremor y otros fenómenos que puedan tener relación.
Además, toda esta información está ya a la mano de las autoridades de la Municipalidad de San Carlos y el Comité Municipal de Emergencias para adoptar las medidas preventivas que se requieran.
"Hemos venido capacitando a los comités, reforzándolos, haciéndolos más grandes, involucrando a la gente, ya logramos empatar todos los grupos en Aguas Zarcas, que la gente trabaje en equipo y estamos haciendo esfuerzos para comprar instrumentos para el sistema de alerta temprana", detalló Pilar Porras, vicealcaldesa y presidenta del Comité Municipal de Emergencias.
Por medio de alianzas público-privadas es que en algunos puntos hay vigilancia, monitoreo y hasta un sensor en el puente sobre el río Aguas Zarcas que es el que determina cuándo deben cerrar el paso a vehículos y peatones.
Hay estudios pendientes por parte de la Comisión Nacional de Emergencias para conocer más detalles de la situación en la zona.