OAS: un proyecto fallido y dos delitos de peculado

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Tras una apelación de la Fiscalía General de la República, el juez Andrés Saborío del Tribunal Penal de Hacienda sentenció que errores de aplicación de la normativa por parte de jueces anteriores ocasionaron un errado sobreseimiento a favor de Arias y ordenó una la reapertura de una audiencia preliminar.

La resolución afirma que la jueza Carla Bonilla habría cometido un “grosero error” al determinar los plazos de prescripción del caso. El juez Saborío indicó que de acuerdo al numeral 62 de la Ley contra la Corrupción y el Enriquecimiento Ilícito en la Función Pública, una vez interrumpida la prescripción, los plazos fijados volverán a correr por un nuevo período.

Al exmandatario lo acusan de peculado al emitir, en 2008, un decreto de interés público para la concesión de explotación minera a la empresa Industrias Infinito en Cutris de San Carlos. Los alegatos de Arias para firmar el decreto, incluían que la explotación de la mina a cielo abierto, significaba beneficios económicos para el cantón y el Gobierno central.

Las intenciones de explotación mineras por parte de la empresa canadiense quedaron enterradas en diciembre de 2010, cuando el Tribunal Contencioso administrativo ordenó anular la concesión.

En el año 2015, el Tribunal Penal de Hacienda, declaró culpable a Roberto Dobles Mora, ministro de ambiente y energía durante la segunda administración de Arias Sánchez, sin embargo la condena fue anulada más tarde por el Tribunal de Apelaciones.

Desde entonces una serie de vaivenes legales y un dudoso manejo del caso por parte del anterior fiscal, Jorge Chavarría, ha dejado la causa al borde del archivo. Sin embargo tras la insistencia de la nueva fiscala general, Emilia Navas, el caso contra Arias podría finalmente resolverse en los tribunales.

Historia del proyecto que no fue

Crucitas de Cutris, un pequeño pueblo ubicado a 93 kilómetros de Ciudad Quesada. Pueblo fronterizo con Nicaragua que lucha contra la pobreza extrema y el abandono por parte del Estado desde su descubrimiento.

El sueño minero despertó en 1993, cuando el MINAE aprobó el permiso de exploración minera a la compañía Vientos de Abangares S. A en Crucitas.  Las sustancias autorizadas a explorar eran oro, plata y materiales asociados por 3 años.

Años después, el permiso de exploración pasa a manos de la empresa Placer Dome de Costa Rica S.A., compañía canadiense, que solicitó una prórroga de exploración por dos años. Sin embargo en 1997, una resolución de SETENA ordenó a la compañía paralizar labores de exploración incumplimientos de compromisos ambientales. Un año más tarde, se levanta la sanción para que la compañía pueda continuar con las labores de exploración.

En 1999, el Poder Ejecutivo otorgó la concesión a la empresa canadiense Vanessa Ventures, luego Industrias Infinito y más tarde Infinito Gold.

Sin embargo, en junio de 2002 el expresidente Abel Pacheco emite, junto con el entonces ministro de ambiente Carlos Manuel Rodríguez, el Decreto Ejecutivo 30477-MINAE, en el cual se declara una moratoria a la actividad de minería metálica de oro a cielo abierto.

Posteriormente en el año 2008, tanto el Presidente de la República, Oscar Arias Sánchez, como el ministro de ambiente, Roberto Dobles Mora, mediante dos decretos ejecutivos, derogan la moratoria a la minería de la Administración Pacheco de la Espriella y reviven la concesión a Infinito Gold, declarando además de interés público y  de conveniencia nacional el Proyecto Minero Crucitas.

Dos años después y tras una incansable lucha, en diciembre de 2010, grupos ambientalistas logran la cancelación de la concesión minera, tras un fallo del Tribunal Contencioso Administrativo.

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