En su espacio semanal, Fermento, el Obispo de la Diócesis de Ciudad Quesada reflexionó sobre el año electoral que atraviesa Costa Rica previo a las elecciones de 2026.
«Este tiempo nos llama, como sociedad, a reflexionar profundamente sobre los retos que enfrentamos y a trabajar juntos por el bien común. Debe hacerse una reflexión profunda en favor de nuestra democracia. La elección de nuestras autoridades no debe ser vista como un momento de confrontación, sino como una oportunidad para fortalecer nuestra convivencia democrática y reafirmar nuestro compromiso con Costa Rica», cita la reflexión.
El líder católico llamó al respeto durante este proceso electoral y a la responsabilidad de los costarricenses por salir a votar.
«Es un año electoral, las tensiones pueden intensificarse y las divisiones, lamentablemente, pueden acrecentarse. Por ello, hacemos un llamado a todos los ciudadanos, líderes políticos y otros actores para que eviten los discursos que dividen y, promuevan, en cambio, el entendimiento y la reconciliación», cita.
Además, exhortó a los aspirantes a mantener la transparencia y el servicio para la población y no para ellos mismos.
«La política debe estar al servicio de la sociedad, no debe ser un mecanismo de control y concentración de poder. En este tiempo de decisiones, es fundamental que no perdamos de vista lo que nos une como nación: nuestra historia de paz, nuestros valores democráticos y nuestro deseo de un futuro mejor para todos», añade.
Otro de los llamados fue a los medios de comunicación para que circulen información veraz y equilibrada que sirva como herramienta de decisión.
«Este año nos desafía a mirar más allá de nuestras diferencias y a trabajar juntos por el bien de nuestro país. Como dice el Salmo 133, 1, “¡Qué bueno y qué agradable es que los hermanos vivan unidos!” Que estas palabras sean un recordatorio constante de nuestro llamado a construir una Costa Rica unida y solidaria», finaliza.