Obispo Garita sobre el aborto: "Ni terapéutico ni democrático"

En su mensaje semanal, el Obispo de la Diócesis de Ciudad Quesada, José Manuel Garita, se refirió al tema del aborto y la defensa de la vida humana.

Una vez más, la máxima autoridad de la Iglesia Católica en San Carlos, llama a proclamar la vida, permitiendo el naciemiento de los seres humanos.

Habló sobre lo que considera algunos términos imprecisos que rodean el tema que está en debate nacional.

"Por ejemplo, “Ovulo fecundado”: quede claro que una vez que ambos gametos se han unido, estos desaparecen para dar lugar a una nueva realidad genética, a un nuevo individuo. También, “Interrupción del embarazo”: sólo se interrumpe aquello que luego se reanudará. En el aborto, una vez que se interrumpe el proceso de gestación, sobreviene la muerte del embrión y ya no es posible reiniciar el proceso terminado. Por otro lado, junto al aborto, se promueven términos como libertad, progreso, moderno, actual, progresista… y se tilda de conservadores a quienes nos oponemos a la muerte a través del aborto. Bajo ningún punto de vista, no puede ser ni humano ni progresista el clasificar como seres de segunda categoría a aquellos que se pretende desechar", cita el documento de Garita.

Otro de los términos que cuestiona es el llamado "aborto terapéutico", que según indica, con los avances de la ciencia, podría no ser una alternativa cuando la madre del bebé esté en riesgo de muerte.

" ¿Qué pasa con el mal llamado aborto terapéutico? Este es aquel que se lleva a cabo cuando la salud de la madre corre algún riesgo grave, y parece que no hay más solución que abortar, esto es, eliminar la vida del feto. La primera cuestión a aclarar es si verdaderamente corre riesgo la vida de la madre. Parece que esta pregunta tan seria y compleja la deben responder los especialistas en medicina. Es posible que, con el avance de las ciencias médicas, se lograran superar dificultades que años atrás eran verdaderamente graves. En muchos casos, la ciencia ha obtenido medios suficientes para salvar la vida de la madre y su hijo. Ahora bien, supongamos que, a una mujer, en estado de embarazo, se le diagnostica una enfermedad grave, y se debe dirimir la cuestión de seguir un determinado tratamiento del que se siguen dos efectos, uno bueno, la curación y, otro malo, el riesgo del aborto".

Justamente, este lunes, la Conferencia Episcopal de Costa Rica, anunció el apoyo a las Campaña 40 días por la Vida, un movimiento internacional que, por medio de oración y vigilias, busca frenar el aborto y en el caso del país, que las autoridades no lo legalicen.

Como parte de las acciones, instan al Presidente Carlos Alvardo a desistir de firmar la norma técnica que regula el aborto terapéutico.

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