Durante una conferencia de prensa, expertos del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica, dieron detalles de la actividad eruptiva que suma 10 días continuos, en el volcán Poás.
A este momento el monitoreo permite a los expertos determinar que la actividad seguirá pues hay una fuente magmática debajo del volcán.
«Lo que no sabemos en este momento es, cuánto va a durar esta erupción y es difícil estimar cuánto es el volumen debajo del volcán y cuánto de este volumen podría salir», detalló el vulcanólogo, Geoffroy Avard.
Otra de las incógnitas es si el magma podría subir a la superficie o no. Hay una posibilidad de que se quede enfriándose sin salir, pero también, puede que una parte llegue arriba.
Aunque hay incertidumbre sobre los eventos futuros, lo que tienen claro es que todavía no pasa el período de erupciones.
«No tenemos ninguna señal de disminución de actividad en este momento así que va a continuar, eventualmente puede aumentar un poco», añadió el experto.
El grupo técnico mantiene, desde hace días, una red de monitoreo que ya incluso les permitió elevar alertas antes de este evento principal, como ellos le llaman.
Lo que sí dejan claro es que los vecinos no deben asustarse pues lo que esperan es un evento de moderado a pequeño.
El coloso mantiene erupciones cada minuto o dos minutos, según el reporte del OVSICORI. Los cambios fuertes empezaron desde enero.
Durante febrero incrementó la erupción y escaló por etapas hasta ya en finales de marzo, hubo un nuevo indicio que se mantiene a la fecha.
«La frecuencia de los eventos es muy grande, a veces hasta en cuestión de segundos. La actividad se mantiene con columnas de hasta 400 metros», acotó Leonardo Van Der Laat, sismólogo volcánico.
Además, durante esta semana hubo un aumento en la emanación de gases, pero de forma lenta y no hay evidencia de que llegue a un estado de equilibrio.
La Comisión Nacional de Emergencias mantiene bajo alerta amarilla Zarcero, Naranjo, Grecia, Sarchí, Poás, Alajuela y Río Cuarto. En alerta naranja está el distrito Toro Amarillo.
Los expertos no descartan que el olor a gases y ceniza puedan afectar San Carlos por la dirección del viento.