La destrucción de mercurio y cianuro que, decomisa la Fuerza Pública, sobre todo en zonas fronterizas, le cuesta al país ¢150 millones al año.
Esta, fue parte de la información que reveló el Ministerio de Salud durante la presentación del informe que evidenció altos valores de contaminación de agua con mercurio en 6 comunidades de Cutris y Pocosol.
Luego del decomiso a cargo de la policía, hay todo un procedimiento para la destrucción que está a cargo de una empresa contratada por el Ministerio de Salud.
"Lo que se decomisa se está almacenando en un contenedor en Los Chiles y ahí, cuando se logra cierta cantidad ese material se destruye por una empresa que está contratada. La inversión es bastante grande", explicó Luis Diego Ugalde, del área rectora del Ministerio de Salud.
Todo este cianuro y mercurio decomisados corresponden a contra bando pues son químicos controlados y las empresas que lo requieren para sus operaciones tienen los respectivos permisos del Ministerio de Salud.
Tanto la policía como el Ministerio de Salud saben que esos químicos tienen como destino Crucitas en Cutris e incluso la Reserva Indio Maíz en Nicaragua donde al parecer, ahora se concentra la mayor cantidad de coligalleros.
Apenas iniciando el año la policía realizó el mayor decomiso de cianuro en la historia del país.
Oficiales de la Fuerza Pública de Upala interceptaron un cargamento de cerca de ocho toneladas de cianuro.