Panadería "Tío Panchito" celebra 20 años de tradición y sabor

Esta es la esquina de parada obligatoria para muchos antes de llegar a casa por la tarde o bien al trabajo por las mañanas. De aquí salen mil manitas de bollitos con queso al día.

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150 kilos de harina al día o mejor mil manitas de bollitos con queso al día. Esto, es lo que produce una de las panaderías con más tradición en San Carlos.

La Panificadora Tío Panchito celebra este viernes, 20 años de llevar el mejor pan a la mesa de los sancarleños.

Y es que, pese a los cambios en la industria, acá aún trabajan de forma artesanal: pesar la harina, amasar, dar forma y hornear.

Sin importar la hora, en sus establecimientos siempre hay gente esperando que el pan salga del horno.

Llegar a casa con los bollitos calientes para el café es lo que muchos sancarleños hacen al salir de su trabajo. Pasar por «La Panchito», es parada obligatoria cada tarde o bien cada mañana para llevar el desayuno a casa o al trabajo.

Lo que empezó como una aventura, hoy es todo una empresa que da trabajo a 14 personas y que además, tiene dos distribuidoras en Cedral y Florencia.

El gestor del proyecto es Luis Barrantes, panadero desde que tiene uso de razón. Pasó por las panaderías más recordadas del cantón antes de llegar a Tía Panchita, de la que se desligó y creó su propio local.

Don Luis Barrantes fue el gestor de este emprendimiento familiar que hoy emplea a 14 personas.

Al proyecto se sumó el hermano de don Luis, Leonel Barrantes que hoy es uno de los reconocidos rostros detrás de Tío Panchito.

«Él me invitó a formar parte de este proyecto y acá estamos. Realmente sentimos que Tío Panchito es muy aceptada y tenemos una clientela muy fiel y en lo que trabajamos es en mantener la calidad y aunque se vayan modernizando algunas técnicas nosotros preferimos mantener lo artesanal, lo tradicional», contó don Leo, socio de la panificadora.

Variar la oferta de productos es parte del crecimiento. Pasteles dulces y salados, repostería y hasta cafetería es parte de Tío Panchito pero a pesar de eso sigue en venta lo de siempre, lo que a algunos les hace recordar su niñez.

El pan más tradicional como las bizcotelas, el palitroque, la galleta dulce, la quesadilla, gatos, prusianos, orejas, cachos, todo ese tipo de pan con el que nuestros abuelos nos daban café.

Pero a eso, suman productos como las bollas rellenas con queso crema y jalea, frijoles, carne mechada, o relleno de pizza. Decenas de opciones propias que encantan a propios y extraños.

«Aquí viene gente de otros lugares que pasan a comprar pan para llevar y he tenido experiencias en el catering de atender a personas que no son de San Carlos y cuando les ponemos tamal de queso crema dicen que tienen que llevarse por que de eso no hay en otros lugares», dijo.

Y es que, la atención a sus clientes es lo primordial. Todos los sábados hay café gratis para quienes quieran llegar.

Cada navidad hay queque navideño y hasta tamales, para los días festivos también hay algo. La idea es que, la visita de los clientes no sea solo para comprar el pan.

Esta esquina, queda como una de las favoritas de los sancarleños. Aquella donde cada vez que uno entra, llega aquél aroma inconfundible a pan recién horneado.

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